Turqu¨ªa pide ayuda internacional mientras los equipos de rescate se resisten a dejar la b¨²squeda
ENVIADO ESPECIALMientras el temporal de lluvias sigue agravando la situaci¨®n de las 200.000 personas que perdieron su hogar en el terremoto que devast¨® el noroeste de Ankara el pasado d¨ªa 17, el Gobierno turco, desbordado por la magnitud de la cat¨¢strofe y por las cr¨ªticas de la opini¨®n p¨²blica, pide ayuda humanitaria internacional a trav¨¦s de la ONU. "En su mayor¨ªa, las operaciones de b¨²squeda y rescate han terminado ya", advert¨ªa ayer el general del Ej¨¦rcito turco Hayri Kivrikoglu. Pero algunos equipos de rescate se resisten a abandonar el escenario del se¨ªsmo y prosiguen su trabajo.
La impresi¨®n que se vive en Turqu¨ªa es que el Gobierno del primer ministro, Bulent Ecevit, no ha sabido estar a la altura de la magnitud de la tragedia, mientras algunos miembros de su Gabinete, como el ultraderechista Osman Durmus, ministro de Sanidad, rechazaba con tintes racistas las donaciones de sangre de griegos o armenios.Los equipos de rescate internacionales abandonan poco a poco el pa¨ªs con un sentimiento de frustraci¨®n. Los bomberos del Consorcio Provincial de Huelva, el primer grupo espa?ol que lleg¨® a la zona del siniestro, regresaron ayer a Espa?a despu¨¦s de haber tenido que salir de Sakarya (150 kil¨®metros al oeste de Estambul) cuando ya se hab¨ªan declarado algunos casos de disenter¨ªa. "La verdad es que nuestro trabajo ya hab¨ªa terminado, y ya s¨®lo nos limit¨¢bamos a marcar con pintura las casas en ruina en las que s¨®lo quedaban cad¨¢veres sepultados", explicaba Jaime Parejo, responsable de la unidad de perros de b¨²squeda de supervivientes de los bomberos de Huelva.
Grupos de bomberos y socorristas franceses, belgas y checos prosegu¨ªan ayer las labores de rescate en la ciudad de Golcuk, cuyo paseo mar¨ªtimo qued¨® sepultado bajo las aguas del mar de M¨¢rmara ante la violencia de la sacudida tel¨²rica, seg¨²n informaba la agencia Reuters. Pero la presencia de las excavadoras que retiraban masivamente los escombros imped¨ªa de hecho la localizaci¨®n de supervivientes. La lluvia, que anula la capacidad de rastreo de los perros, y el hedor de los cad¨¢veres convierten las ¨²ltimas misiones de rescate en un ejercicio de voluntarismo.
El Gobierno turco ha desmentido que se hayan desatado epidemias en la zona afectada por el se¨ªmo, donde viven m¨¢s de 20 millones de personas, si bien el hacinamiento en el que viven ahora las familias en los parques embarrados hace temer la propagaci¨®n de enfermedades. Tras la puesta en marcha de un hospital de campa?a dirigido por militares espa?oles en Halidere, en la costa del M¨¢rmara, el pr¨®ximo paso de la cooperaci¨®n espa?ola ser¨¢ la instalaci¨®n de un centro sanitario de Cruz Roja con 30 camas, seg¨²n adelant¨® ayer el c¨®nsul general de Espa?a en Estambul, Jos¨¦ Mar¨ªa Castroviejo.
Naciones Unidas ha pedido a la comunidad internacional que atienda las necesidades de Turqu¨ªa para socorrer a los 200.000 damnificados por la cat¨¢strofe. Las tiendas de campa?a y los hospitales provisionales son ahora lo m¨¢s urgente. La ONU insiste en que los Gobiernos que quieran facilitar ayuda aprovechen los vuelos en los que van a evacuar a sus equipos de rescate para encaminar su solidaridad con las v¨ªctimas del terremoto.
El Gobierno turco ha elevado ya a m¨¢s de 18.000 el n¨²mero de v¨ªctimas mortales en el se¨ªsmo, que dej¨® tambi¨¦n m¨¢s de 43.000 heridos. "La mayor¨ªa de los equipos de b¨²squeda y rescate internacionales ya han acabado su misi¨®n", precis¨® Sergio Piazzi, coordinador europeo de Asistencia Humanitaria de la ONU. En su opini¨®n, despu¨¦s de que se hayan registrado m¨¢s de 1.500 r¨¦plicas del terremoto en el noroeste de Turqu¨ªa, el principal problema estriba ahora en determinar qu¨¦ viviendas son a¨²n habitables y cu¨¢les deben ser demolidas por los da?os que han sufrido.
Crisis en el Ejecutivo
En medio del creciente descontento de la opini¨®n p¨²blica turca hacia la actuaci¨®n de sus autoridades en la cat¨¢strofe, el Parlamento turco ha decidido abrir una comisi¨®n de investigaci¨®n para aclarar las responsabilidades p¨²blicas en la adjudicaci¨®n de licencias de construcci¨®n en zonas de alto riesgo s¨ªsmico. Previsiblemente, una de las consecuencias del terremoto ser¨¢ la disoluci¨®n de la coalici¨®n de Gobierno surgida de las elecciones del pasado mes de abril, que integra a socialdem¨®cratas, conservadores y ultraderechistas. Por el momento, tres gobernadores de las provincias afectadas por el terremoto han sido destituidos de hecho y reemplazados por miembros del Ejecutivo central, mientras Ankara ha asumido la autorizaci¨®n de los permisos de construcci¨®n durante los pr¨®ximos cinco meses. Queda la duda sobre la responsabilidad del todo poderoso Ej¨¦rcito turco en la falta de asistencia a las v¨ªctimas. Los soldados no se desplegaron en la zona del terremoto hasta m¨¢s de 48 horas despu¨¦s de la tragedia. Su principal misi¨®n ha sido evitar saqueos. Seg¨²n los diarios turcos, las tropas han recibido la orden de disparar en caso de pillaje, como ocurri¨® el domingo en Golcuk, donde supuestos ladrones fueron salvados de un linchamiento por los mismo soldados que antes les hab¨ªan herido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.