Francia descarta crear el mayor banco del mundo
La autoridad financiera gala califica de inviable la fusi¨®n entre BNP, Paribas y Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale
MANUEL NAVARRO MadridEl Comit¨¦ de Establecimientos de Cr¨¦dito y Empresas de Inversi¨®n (Cecei) hizo conocer su dictamen el s¨¢bado, pasadas las cuatro de la madrugada. Era el final de una guerra burs¨¢til de seis meses, de dos semanas de negociaciones infructuosas y de 11 horas de discusi¨®n encarnizada. Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia y presidente del Cecei, se limit¨® a leer un comunicado a Michel P¨¦bereau y Daniel Bouton, presidentes directores-generales (PDG) de la BNP y de la Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale (SG), respectivamente. En el texto, el Cecei dec¨ªa haber comprobado que la BNP "no detenta de manera manifiesta el poder de control efectivo sobre la SG" y que, "a pesar de los esfuerzos de la BNP", no exist¨ªa "una soluci¨®n industrial clara y concertada". A partir de ah¨ª, el Cecei ha estimado imposible el proyecto de SPB, la fusi¨®n a tres entre BNP, Paribas y SG. "Hemos ganado una batalla, hab¨ªamos perdido otra. La guerra ha terminado", dijo Daniel Bouton tras o¨ªr a Trichet. Es una manera de ver las cosas. Dos semanas atr¨¢s, cuando se supo que la BNP controlaba el 65% del capital de Paribas, pero s¨®lo el 37% del de la SG, The Wall Street Journal titul¨® "The winer is nobody" ("Nadie gana"). Ahora debiera escribir "Todos pierden". En efecto, Michel P¨¦bereau y la BNP se hacen con Paribas, y las dos sociedades juntas son l¨ªderes en Francia y terceras en el mundo si valoramos los resultados del ¨²ltimo ejercicio. Los dos bancos unidos cuentan con 56.286 trabajadores (el 69% en Francia) y unas redes complementarias en EEUU y Asia. Pero P¨¦bereau, que en realidad llevaba meses negociando una fusi¨®n a dos con Bouton, no logra situarse al frente del a?orado "campe¨®n bancario franc¨¦s" -si la clasificaci¨®n se hace por el volumen de dep¨®sitos, entonces BNParibas s¨®lo es el octavo banco de Europa- y puede a¨²n perder parte del respaldo del que ha gozado ¨²ltimamente, que se le conced¨ªa porque se esperaba que pusiese en pie ese SPB a la altura de las ambiciones galas.
Para Bouton, conservar la independencia en solitario significa que hoy la SG es m¨¢s fr¨¢gil. Para el ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Dominique Strauss-Kahn, no cabe la menor duda: "Hay que trabajar para reforzar la SG". En efecto, todo el mundo teme la llegada de un pez grande europeo y ver c¨®mo la SG es engullida por ¨¦l.
Aqu¨ª, los analistas recuerdan que el espa?ol BSCH sigue siendo el mayor accionista de la entidad gala, con un 4,9% del capital, y que el banco copresidido por Emilio Bot¨ªn y Jos¨¦ Mar¨ªa Amus¨¢tegui ya ha demostrado su ¨¢nimo de expansi¨®n europea con su aproximaci¨®n al grupo portugu¨¦s Champalimaud. Pero esta experiencia, realizada al margen del Gobierno de Lisboa, que ahora intenta impedirla, debe suponer una mayor prudencia por parte del banco espa?ol a la hora de mover sus cartas en el futuro de la SG. "La decisi¨®n tomada por las autoridades financieras francesas coincide con los deseos de nuestro socio [SG], y, por tanto, nosotros tambi¨¦n la aplaudimos", se?alaron fuentes del BSCH ayer en Madrid, quienes recordaron que la entidad francesa es totalmente libre a la hora de buscar nuevas alianzas con vistas a configurar el futuro mapa bancario europeo. Algunos expertos, sin embargo, piensan que Trichet ha abierto la puerta a un incremento de la alianza entre el BSCH y la SG.
Otro ministro franc¨¦s, el muy nacionalista titular de la cartera de Interior, Jean-Pierre Chev¨¨nement, puede que d¨¦ la clave de la decisi¨®n de la Cecei, que ¨¦l califica de "verdadero atentado contra el inter¨¦s nacional", puesto que ¨¦ste aconsejaba "una fusi¨®n lo m¨¢s amplia posible", ya que "Francia necesita tener un gran grupo bancario, entre los primeros de Europa y del mundo, para defender y promocionar sus intereses econ¨®micos e industriales".
La irritaci¨®n de Chev¨¨nement viene de lejos, y de ah¨ª tambi¨¦n que defina el Cecei como "un comit¨¦ de banqueros irresponsables, desconectado de cualquier influencia del sufragio universal". Para Chev¨¨nement, todos los males tienen que ver con la independencia de la banca. ?l y su peque?o partido (Mouvement des Citoyens) est¨¢n en contra de la actual concepci¨®n del Banco Central Europeo, instituci¨®n que aspira a presidir precisamente Trichet, un t¨ªpico alto funcionario franc¨¦s que intent¨® ganarse la confianza de los socios alemanes defendiendo a capa y espada la llamada "pol¨ªtica del franco fuerte", para muchos economistas culpable, al menos en parte, de la recesi¨®n vivida por Francia durante la d¨¦cada de los noventa.
En la decisi¨®n del Cecei se dir¨ªa que Trichet ha sido juez y parte. Durante meses, por convicci¨®n personal y porque comparte la estrategia de Strauss-Kahn de reforzar los "campeones" franceses antes de lanzarlos al ruedo mundializado, intent¨® que los tres bancos se fusionaran amistosamente, busc¨® soluciones para proteger el ego de los dirigentes, para que nadie pareciese derrotado. Si el mercado descabalg¨® al fin a Andr¨¦ Levy-Lang de su puesto en Paribas, Bouton no ha querido bajarse de su silla, ni tan s¨®lo cuando se le prometi¨® que se incorporar¨ªa al equipo directivo de la SPB despu¨¦s de que, durante dos a?os, hubiese seguido al frente de la SG. P¨¦bereau hizo concesiones, pero Bouton se dice que ninguna.
La fuerza de Bouton estaba en el flanco d¨¦bil de Trichet. El 16 de julio, ¨¦ste dijo, por escrito, que s¨®lo autorizar¨ªa la fusi¨®n cuando un banco dispusiese del 50,01% del otro o propusiera "una soluci¨®n industrial clara y concertada". Con el 37% de la SG (un 42% seg¨²n P¨¦bereau, que hablaba de cambios de actitud de ¨²ltima hora), la BNP no pod¨ªa obtener el pl¨¢cet de Trichet excepto si la buena voluntad permit¨ªa alcanzar esa f¨®rmula "clara y concertada". La claridad ha existido, pero Bouton no ha querido la concertaci¨®n.
Trichet hubiese podido confiar en la capacidad de la BNP para imponer sus criterios en las dos siguientes asambleas generales de la SG, pero corr¨ªa un riesgo y, al mismo tiempo, le hubiesen reprochado que no respetaba al pie de la letra lo escrito por ¨¦l. Adem¨¢s, la triple fusi¨®n era el deseo del Gobierno, y Trichet necesita aparecer como alguien independiente del poder pol¨ªtico, si quiere conservar una m¨ªnima posibilidad de presidir el BCE.
A esos tres factores -incertidumbre, compromiso escrito y ambici¨®n personal- ha venido a sumarse la actitud de los trabajadores de la SG. La huelga desencadenada por las bases, al margen de unos sindicatos que s¨®lo se han sumado al movimiento cuando vieron que ¨¦ste ten¨ªa ¨¦xito, es tan comprensible como ingenua. Entre la BNP y la SG existen demasiados servicios id¨¦nticos como para no saber que eso iba a justificar una importante reducci¨®n de plantilla.
Seis meses atr¨¢s, cuando Bouton apareci¨® junto a Levy-Lang para anunciar la fusi¨®n SG-Paribas, quien aparec¨ªa aislado y d¨¦bil era P¨¦bereau, m¨¢xime cuando llevaba mucho tiempo intentando convencer a Bouton de las ventajas de una OPA amistosa. Ahora es la SG la entidad con categor¨ªa de v¨ªctima propiciatoria. Unos 17.000 millones de euros de capitalizaci¨®n burs¨¢til podr¨ªan ser suficientes para hacerse con su control.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.