Camiones cisterna para Grazalema
En el coraz¨®n de la sierra que las estad¨ªsticas nacionales se?alan como la que m¨¢s lluvias atrae se encuentra Grazalema, una poblaci¨®n gaditana de 2.300 habitantes. Y precisamente, ¨¦ste es uno de los municipios que de forma m¨¢s acusada sufre las restricciones de agua que ya han empezado a ponerse en pr¨¢ctica en la provincia de C¨¢diz. Los grifos de la localidad se quedan sin agua potable entre las ocho de la tarde y las siete de la ma?ana, dado que las reservas disponibles s¨®lo permiten el suministro al 50% de la poblaci¨®n. La situaci¨®n est¨¢ siento paliada parcialmente con camiones cisterna que llevan agua a los acu¨ªferos de la zona. La paradoja supera los l¨ªmites de la climatolog¨ªa y las matem¨¢ticas para adentrarse en el marasmo de las obras hidr¨¢ulicas. La localidad serrana se encuentra a pocos kil¨®metros de uno de los pocos embalses terminados en los ¨²ltimos a?os, el de Zahara, que en la actualidad se encuentra al 80% de su capacidad (223 hect¨®metros c¨²bicos): un indicador de que las lluvias ca¨ªdas en Grazalema, aunque lejos de sus registros habituales, han sido mucho m¨¢s abundantes que en el resto de la regi¨®n. Sin embargo, el esfuerzo de ingenieros y obreros y el dinero p¨²blico invertido no servir¨¢ este a?o para sustituir a los acu¨ªferos que nutren al pueblo. El agua almacenada en el pantano no es apta para el consumo, y la planta de tratamiento, que construye la Junta de Andaluc¨ªa, no estar¨¢ concluida hasta los ¨²ltimos meses del a?o 2000.
La actual situaci¨®n ha provocado el cambio de h¨¢bitos entre los ciudadanos. Los vecinos hacen reserva por la noche y tienen agua mineral embotellada en sus domicilios.
Las dificultades son mayores para el sector tur¨ªstico de la ciudad. "A pesar de que disponemos de un dep¨®sito de agua, pedimos a nuestros clientes que extremen el cuidado y limiten el uso de las duchas y la limpieza de sus utensilios a partir de las ocho de la tarde", explica Antonio Puerto, empleado del c¨¢mping Avanterra.
El caso de Grazalema es el m¨¢s extremo, pero otros pueblos de la sierra de C¨¢diz padecen tambi¨¦n los efectos de la sequ¨ªa.
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