C¨®mplices mudos

Cuando, el 27 de junio de 1980, el DC-9 que cubr¨ªa el trayecto Bolonia-Palermo cae al mar junto a la isla de Ustica, tras verse envuelto en un "escenario de guerra" entre cazas de la OTAN y aviones libios, y mueren sus 81 ocupantes, se decide silenciar el asunto. Son los tiempos en los que Gaddafi es acusado de fomentar el terrorismo internacional y Espa?a no ha entrado a¨²n en la Alianza (lo har¨ªa en 1982). He aqu¨ª algunos de los responsables pol¨ªticos de entonces que durante 19 a?os han sido c¨®mplices mudos de la tragedia:

Joseph Luns (secretario general de la OTAN).

El derribo del avi¨®n comercial italiano ocurre durante su mandato al frente de la OTAN, responsabilidad a la que accede tras 19 a?os ininterrumpidos como ministro de Exteriores holand¨¦s. Ha sido el secretario general que m¨¢s tiempo ha estado en el puesto: 13 a?os (1971-1984). De larga trayector¨ªa europe¨ªsta, fue uno de los firmantes del Tratado de Roma y del Tratado de Uni¨®n Econ¨®mica del Benelux. A su llegada a la Alianza -fue el primer civil en el puesto- inicia las negociaciones para la reducci¨®n de fuerzas con el Pacto de Varsovia.

Bernard Rogers (Comandante supremo aliado para Europa).

Veterano de las guerras de Corea y Vietnam, el general Bernard Rogers fue comandante supremo aliado para Europa entre 1979 y 1987. Durante su mandato cre¨® pol¨¦mica por oponerse a la postura oficial de la OTAN para la supresi¨®n de todos los misiles de alcance intermedio en Europa. Fue defensor acalorado de unos mayores gastos en defensa convencional.

Francesco Cossiga (primer ministro de Italia).

Apodado El Zapador por su fama de destruir todo lo que toca, Francesco Cossiga era el jefe del Gobierno cuando se produjo la tragedia. Su trayectoria pol¨ªtica ha sido siempre tornadiza: ha sido amigo de todos y ha peleado con todos. Del centro a la izquierda, ha coqueteado con Berlinguer, con Berlusconi y con D"Alema. Fue ministro del Interior durante el secuestro de Aldo Moro, que termin¨® con la muerte de ¨¦ste y llev¨® a Cossiga a la dimisi¨®n. En 1985 llega a la presidencia de la Rep¨²blica y sufre la investigaci¨®n Manos Limpias y el esc¨¢ndalo Gladio -en el que se descubre que una red organizada de servicios secretos de la OTAN y apoyada por EE UU intentaba impedir que los comunistas accedieran al poder en Italia-, que le obliga a renunciar. Fue fundador de la UDR, que acaba con el Gobierno Prodi y, seis meses m¨¢s tarde, se autodisuelve.

Edmund Muskie (secretario de Estado de EE UU).

Tras 21 a?os en el Senado, Muskie fue llamado en 1980 por Jimmy Carter para ocupar la secretar¨ªa de Estado, puesto que ocupaba al comienzo del caso Ustica y en el que s¨®lo estuvo 10 meses. Las malas lenguas aseguraban que sus conocimientos en politica exterior eran limitados, pero coincid¨ªan en que, dada su influencia en el Capitolio, facilitar¨ªa las relaciones entre el presidente y el Congreso. Muskie suced¨ªa en el cargo a Cyrus Vance, quien dimiti¨® por su desacuerdo con la pol¨ªtica iniciada en 1980 contra el Ir¨¢n de Jomeini. Falleci¨® el 26 de marzo de 1993.