Que gane el mejor

Hemos observado en los ¨²ltimos d¨ªas c¨®mo toda Espa?a daba saltos de alegr¨ªa con el impecable salto de Niurka Montalvo, que consegu¨ªa para nuestro pa¨ªs la primera medalla de oro en los Mundiales de atletismo. Aunque quiz¨¢ no nos habr¨ªa gustado tanto si hace unos meses no hubiera encontrado al amor de su vida en un aeropuerto, para dejar 31 a?os de vida cubana, justo a tiempo para competir por Espa?a. Paralelamente a esta situaci¨®n, asistimos a los continuos devaneos de pol¨ªticos tr¨¢nsfugas, en Ceuta y Melilla, pero tambi¨¦n en otros puntos de Espa?a, que, tras conseguir una representaci¨®n pol¨ªtica con un partido, no tienen reparo alguno en abandonarlo y continuar en su puesto bajo otras siglas y otro programa pol¨ªtico diferente al que les llev¨® a ocupar el esca?o, concejal¨ªa o consejer¨ªa correspondiente.

Y despu¨¦s est¨¢ el f¨²tbol, que, nos guste o no, sigue ocupando demasiados minutos en nuestra informaci¨®n diaria, y que ya ni siquiera permite al aficionado aprenderse la alineaci¨®n de su equipo. Ahora los jugadores provienen de todas las partes del mundo, y los que un a?o son tus ¨ªdolos, al otro pueden estar jugando con cualquier otra camiseta que le sea m¨¢s rentable.

Por tanto, ser¨ªa m¨¢s inteligenteque cuando disfrutamos de una competici¨®n atl¨¦tica nos alegremos cuando gane el mejor, sea marroqu¨ª, keniano, catal¨¢n o extreme?o, qu¨¦ m¨¢s da. En las elecciones deber¨ªamos votar en listas abiertas para que cada uno deposite su confianza pol¨ªtica en las personas que realmente crea m¨¢s capacitadas, y as¨ª poder exigirles despu¨¦s responsabilidades por su gesti¨®n, ya que detr¨¢s de un partido pol¨ªtico, al final, nadie da la cara.

Y con el f¨²tbol..., dejemos de utilizarlo como elemento de rivalidad entre los pueblos y juguemos a disfrutar, de vez en cuando, de este juego que, convertido en deporte, ha pasado a ser espect¨¢culo, y que cada d¨ªa es m¨¢s simple negocio para el beneficio de unos pocos y la distracci¨®n de otras fundamentales cuestiones.