El Ej¨¦rcito indonesio deporta a punta de fusil a miles de timorenses
Timor Oriental se desangra. Cientos de timorenses, si no miles, han sido asesinados por milicias integracionistas desbocadas en todo el territorio y muchos miles m¨¢s son deportados en camiones militares a la parte occidental de la isla, bajo control indiscutido de Yakarta. La situaci¨®n es tal que la propia ONU no da cr¨¦dito a lo que ve. "Parece imposible, pero se trata de una limpieza pol¨ªtica" contra los independentistas, dec¨ªa ayer su portavoz, David Whimhurst, en Dili.
La capital de Timor Oriental es una ciudad aterrorizada, pasada a sangre y fuego por unas milicias ansiosas por vengar el deseo independentista del 78,5% de los timorenses. Hasta el obispo y Nobel de la Paz Carlos Ximenes Belo, cuya residencia fue asaltada en medio del asesinato de decenas de personas, ha tenido que refugiarse en otra parte de la isla. De lo que ocurre en el interior siguen sin llegar noticias, pero ya antes de la votaci¨®n las milicias se?oreaban el terreno. En los accesos a la capital, cabezas cortadas y clavadas en estacas son una muestra de la crueldad de la venganza. El Ej¨¦rcito no s¨®lo no frena la locura asesina, sino que est¨¢ deportando a punta de pistola a miles de personas hacia la parte indonesia de la isla, en una operaci¨®n que se sospecha relacionada con un plan para dividir Timor Oriental. Mientras diversos gobiernos han pedido una intervenci¨®n de la ONU, Yakarta decret¨® anoche la ley marcial en Timor Oriental, seg¨²n fuentes australianas y japonesas. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, declar¨® que si las nuevas medidas de Indonesia no calman la situaci¨®n, "la comunidad internacional deber¨¢ estudiar otras".
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