La desgracia une a los dos viejos enemigos de ambas orillas del Egeo
"Muchas gracias, vecino". Titulaba en primera p¨¢gina y en caracteres cir¨ªlicos hace apenas dos semanas el mayor diario de Turqu¨ªa, el sensacionalista Sabah, m¨¢s habituado a demonizar todo lo griego. Sorprendidos por el torrente de ayuda humanitaria llegada desde el supuesto frente enemigo -miles de toneladas de comida, hidroaviones antiincendios, sangre...-, los turcos comenzaban a despertarse entonces de la pesadilla del terremoto del pasado 17 de agosto, reconfortados por la sensaci¨®n de no estar solos en la desgracia. "Los griegos fueron los primeros en ayudarnos", reconoc¨ªa un alto funcionario del Gobierno de Ankara. Y las autoridades turcas han sido ahora las primeras en ofrecer su colaboraci¨®n a sus vecinos en la tragedia de Atenas.
El devastador se¨ªsmo que golpe¨® el noroeste de Turqu¨ªa se ha cobrado oficialmente m¨¢s de 15.000 v¨ªctimas mortales, aunque se teme que el n¨²mero de muertos pueda duplicarse cuando sean localizados los cad¨¢veres de los desaparecidos. M¨¢s de 600.000 personas perdieron su hogar despu¨¦s de que barrios enteros de ciudades como Izmit, Golcuk, Yalova o Adapazari (capital de la provincia de Sakarya) quedaran reducidos a escombros. Incluso un distrito completo de la populosa Estambul sufri¨® graves da?os en el se¨ªsmo.
Odio de siglos
Marcados por el odio heredado de siglos de dominaci¨®n otomana y por la expulsi¨®n de decenas de miles de cristianos ortodoxos de Tracia tras el nacimiento de la Turqu¨ªa de Atat¨¹rk, en 1923, los griegos han mantenido viva la llama del enfrentamiento en el Egeo y el Mediterr¨¢neo. La disputa por las aguas territoriales y por la soberan¨ªa de algunos islotes ha estado a punto de desatar un conflicto abierto en m¨¢s de una ocasi¨®n, especialmente cuando coinciden en verano las maniobras navales o a¨¦reas de ambas Fuerzas Armadas en zonas fronterizas.
Pero la expresi¨®n m¨¢s peligrosa del desencuentro greco-turco sigue registr¨¢ndose en Chipre, dividida entre un sector que es firme aliado de Atenas (el ¨²nico internacionalmente reconocido) y el ocupado en el norte de la isla por el Ej¨¦rcito turco desde 1974, que intervino para frenar la amenaza de la anexi¨®n de todo el pa¨ªs a Grecia.
Es seguro que Turqu¨ªa devolver¨¢ ahora el favor a su vecino. Sobre todo despu¨¦s de que el pasado fin de semana, en la reuni¨®n de ministros de Exteriores de los Quince celebrada en Finlandia, Grecia le entreabriese por primera vez la puerta de acceso a los Quince. El viejo veto griego a las aspiraciones europeas de Ankara s¨®lo parece haber servido para fomentar el auge del ultranacionalismo. El mismo que, desde sus cargos en el actual Gobierno de coalici¨®n, lleg¨® a rechazar hace poco las donaciones de sangre de los griegos para las v¨ªctimas del terremoto.
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