"Colombia necesita la ayuda militar de Estados Unidos para frenar al narcotr¨¢fico"
Con s¨®lo 52 a?os, C¨¦sar Gaviria acumula a sus cuatro a?os como presidente de Colombia, entre 1990 y 1994, los cinco que lleva al frente de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Un bagaje que le convirte en uno de los mejores conocedores de la actual situaci¨®n de Am¨¦rica Latina, amenazada por una profunda crisis econ¨®mica y por la reaparici¨®n de tendencias autoritarias. Con ¨¦l convers¨® EL PA?S el pasado fin de semana, durante un seminario celebrado en Cernobbio (Italia), al que acudi¨® tambi¨¦n el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Pregunta. ?Estamos asistiendo a una involuci¨®n de las democracias en el continente?
Respuesta. No pretendemos que los peligros para la democracia en Am¨¦rica Latina hayan pasado. Somos conscientes de que hay muchos y de que son mayores en situaciones de deterioro econ¨®mico. La obligaci¨®n de la OEA y de su secretario general es permanecer atentos y llamar la atenci¨®n cuando crea que se dan circunstancias que puedan amenazar el r¨¦gimen democr¨¢tico de alg¨²n pa¨ªs.
P. Resulta inquietante que el actual presidente de Venezuela sea un ex militar golpista.
R. Tambi¨¦n en otros pa¨ªses personas que estuvieron por fuera del orden constitucional se han presentado a las elecciones y han obtenido el favor popular, pero yo no creo que eso debilite el sistema pol¨ªtico. Lo que define a la democracia no son las condiciones personales de los candidatos, sino el hecho de que la mayor¨ªa de los ciudadanos escoja al presidente.
P.La Asamblea Constituyente ha sido acusada de saltarse el Estado de derecho, anulando al Poder Judicial y al Legislativo.
R. Venezuela est¨¢ viviendo un proceso complejo. Hay grandes incertidumbres, pero tambi¨¦n enormes esperanzas. Yo creo que lo que haga la Constituyente habr¨¢ que medirlo despu¨¦s. Tenemos que saber si al final el sistema pol¨ªtico prev¨¦ la elecci¨®n de las autoridades, empezando por el presidente de la Rep¨²blica, si se respeta la regla de las mayor¨ªas, si hay un poder judicial independiente... Por esos [par¨¢metros] habr¨¢ que medir la democracia. Pero pienso que ser¨ªa exagerado decir que los riesgos que hay en Venezuela son mayores que los se han dado en procesos constituyentes que tuvimos en otros pa¨ªses.
P. ?Hay que darle un voto de confianza a la Constituyente?
R. Debemos permanecer expectantes. Venezuela tiene su propia discusi¨®n interna y hay que respetarla. La comunidad internacional debe quedarse al margen, confiada en que de este proceso salga un fortalecimiento de la democracia. ?se no es un resultado inevitable, pero espero que sea el resultado.
P. Su propio pa¨ªs, Colombia, atraviesa una profunda crisis, con el Estado atenazado por la guerrilla y el narcotr¨¢fico.
R. Todos somos conscientes de que la situaci¨®n de Colombia es dif¨ªcil. En estos a?os ha habido complicaciones adicionales que no esper¨¢bamos. Se ha producido un deterioro sin precedentes de la econom¨ªa y una presencia masiva de la guerrilla en zonas de narcotr¨¢fico como nunca se hab¨ªa dado. Conf¨ªo en que podamos superar los problemas econ¨®micos y en que consigamos impedir que la guerrilla se ampare en actividades de narcotr¨¢fico para fortalecerse. Ah¨ª se enfrenta Colombia a un gran desaf¨ªo que debe tener una respuesta militar.
P. Se ha dicho que la violencia ya no es un problema interno de Colombia, sino una amenaza para la seguridad regional, y se ha hablado de una intervenci¨®n exterior.
R. Yo veo esa afirmaciones un poco exageradas. Cuando los pa¨ªses vecinos dicen que hay un problema de seguridad lo hacen leg¨ªtimamente, pero creo que lo que todos quieren es ayudar. No me imagino a ning¨²n pa¨ªs pensando en una intervenci¨®n militar... Yo veo a la comunidad internacional dando al Gobierno de Colombia la cooperaci¨®n que requiera, si es que la requiere, para hecer frente a problemas de narcotr¨¢fico, no tanto de guerrilla, que estoy seguro de que la sociedad colombia deber¨ªa ser capaz de resolver con sus propios medios.
P. La ayuda de Estados Unidos, ?ser¨ªa ¨²til?
R. Esa ayuda se ha venido dando en los ¨²ltimos a?os, siempre a petici¨®n de Colombia, y no s¨®lo por parte de Estados Unidos. No se entender¨ªa que Colombia llevara sola todos los costes de la lucha contra el narcotr¨¢fico. Que eventualmente sea necesario incrementarla... Yo personalmente pienso que s¨ª, que por el volumen del problema es deseable que esa cooperaci¨®n crezca, para que se pueda poner l¨ªmite a la preocupante expansi¨®n del narcotr¨¢fico.
P. ?Se refiere a una cooperaci¨®n de car¨¢cter militar?
R. S¨ª. Las Fuerzas Armadas colombianas necesitan helic¨®pteros y apoyo log¨ªstico para ser operativas en zonas sumamente inaccesibles donde se han expandido las actividades del narcotr¨¢fico. Ese tipo de cooperaci¨®n, la que el Gobierno de Colombia pida, es la que se ha ofrecido. Nadie se plantea una presencia militar masiva que no servir¨ªa a ning¨²n prop¨®sito. Lo que sirve es que Colombia reciba el apoyo necesario para que su Ej¨¦rcito pueda contar con un batall¨®n dedicado a actividades antinarc¨®ticos, como ya lo tiene su Polic¨ªa.
P. ?Y Washington est¨¢ dispuesto a prestar esa ayuda?
R. Se ha visto en sectores decisorios de Estados Unidos la voluntad de dar esa cooperaci¨®n, e incluso de dar una cooperaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ de lo que estamos hablando...pero yo creo que finalmente se llegar¨¢ a una decisi¨®n que corresponda a lo que Colombia requiere.
P. Usted se marc¨® como uno de sus objetivos el ingreso de Cuba en la OEA, ligado a la democratizaci¨®n de su r¨¦gimen.
R. El problema no es que Cuba venga a la OEA. Eso tiene que ser la consecuencia de un proceso, no el comienzo. Muchos latinoamericanos y tambi¨¦n europeos creemos en la pol¨ªtica de la aproximaci¨®n, mientras que otros creen en el aislamiento, las sanciones y la presi¨®n. No tenemos objetivos distintos, todos queremos que en Cuba haya m¨¢s libertad.
P. Ni unos ni otros han conseguido grandes progresos.
R. S¨ª, eso est¨¢ en una situaci¨®n de estancamiento, no se ve una salida, pero hemos aprendido que no hay problemas pol¨ªticos insolubles. Nadie puede decir que el problema de Cuba es m¨¢s complejo que el de Irlanda del Norte o Sur¨¢frica.
P. Argentina y Chile han anunciado que boicoter¨¢n la Cumbre Iberoamericana de La Habana por el caso Pinochet.
R. Entiendo que no es un mensaje definitivo, sino algo que eventualmente puede ocurrir. ?Ojal¨¢ los problemas se resuelvan!, porque las cumbres iberoamericanas han sido un puente no s¨®lo con Espa?a, sino con Europa, y tienen un enorme valor simb¨®lico y cultural.
P. En Espa?a se ve la detenci¨®n de Pinochet como una victoria contra la impunidad.
R. Yo personalmente creo en las posiciones que defiende el Gobierno de Chile. Cualquier delito que se haya podido cometer por un ciudadano chileno en territorio chileno es de su jurisdicci¨®n. Todos compartimos el deseo de que haya una justicia internacional, pero ¨¦se es un proceso al que se llega mediante tratados aceptados por todos y no por la opini¨®n de un juez, ya que eso crear¨ªa una gran incertidumbre jur¨ªdica. Espero que ¨¦sta sea la doctrina que prevalezca.
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