El esc¨¢ndalo de los 'miuras'

San Sebasti¨¢n de los Reyes, Madrid. Cuarto festejo de feria. En los carteles, el hierro de Miura. Sali¨® el primer toro y, a su paso, el esc¨¢ndalo. El resto, igual o peor (v¨¦ase EL PA?S del 29 de agosto). Las cornamentas escasas y desmochadas del m¨ªtico encaste encendieron el tendido. Es m¨¢s, un aficionado acab¨® curando su indignaci¨®n en comisar¨ªa. Todo esto ocurr¨ªa el pasado 28 de agosto. A dos semanas de la refriega, la negativa del presidente de la corrida a someter las astas de los toros a un an¨¢lisis post mortem parece condenar de entrada cualquier investigaci¨®n de lo all¨ª acontecido. ?Qu¨¦ es necesario para que la frase "sospecha de afeitado" que puebla las cr¨®nicas taurinas deje de ser "sospecha" y pase a convertirse en evidencia de fraude o, en su defecto, exageraci¨®n de cr¨ªtico? Un primer intento de respuesta lo ofrece Joaqu¨ªn Pe?arrubia, director general de Turismo de la Comunidad de Madrid, departamento encargado de los asuntos taurinos: "La autoridad en la plaza es del presidente. El delegado gubernativo se limita a asesorar". En el mismo sentido, se expresa el coordinador de veterinarios de la plaza de Las Ventas, Javier Morales. Reglamento en mano, con la vista puesta en el art¨ªculo 58, el facultativo no duda: "La orden para analizar las defensas de un toro tiene que ir firmada por el presidente a instancias de los veterinarios. Pero lo ¨²nico de verdad importante es la firma del presidente. Sin ella -circunstancia que puede darse-, todo se queda en papel mojado. En caso de prosperar y confirmarse el fraude... incurrir¨ªa en defecto de forma".

Protestas

Siguiente pregunta: ?c¨®mo obr¨® el presidente de la plaza de San Sebasti¨¢n ante la unanimidad de las protestas? "No vi ni veo ahora necesidad de inspecci¨®n alguna. Todo lo que se contempl¨® en la plaza ten¨ªa una explicaci¨®n". Responde Jos¨¦ Luis G¨®mez del Castillo, concejal de Educaci¨®n, Juventud y Bibliotecas, adscrito al partido Izquierda Independiente, adem¨¢s de presidente de las corridas de la feria de San sebasti¨¢n de los Reyes y, por supuesto, el tumultuoso d¨ªa de autos. "Desde luego, el trap¨ªo de los toros no era para tirar cohetes", contin¨²a, "pero pasaron el reconocimiento veterinario. Yo segu¨ª todo el proceso desde el desencajonamiento y... ya sabemos las caracter¨ªsticas de estos animales. Se destrozaron los cuernos ellos mismos con su comportamiento violento". Para G¨®mez del Castillo, que oficia de m¨¢ximo responsable de los festejos taurinos desde hace ya seis a?os, hubiese sido peor sustituir la corrida con reses de otro hierro. Pese a su estado, se lidi¨®. "La gente paga por ver miuras. Otros a?os han dado un resultado excelente. No se pod¨ªa cambiar la corrida", afirma rotundo el concejal.

Muy pr¨®ximo al presidente se expresa el propio Eduardo Miura, heredero, junto con su hermano Antonio, de la legendaria divisa. "Yo estoy con la conciencia tranquila. La corrida era algo cornicorta, eso s¨ª. Sin embargo, cualquiera que entienda algo de esto, y yo llevo casi cuarenta a?os, sabe que estas cosas pasan. Desde el principio, los toros dieron mucha le?a, y est¨¢ claro que algunos se destrozaron los pitones. Son animales salvajes y deben ser transportados desde muy lejos hasta la plaza. Pueden pasar muchas cosas... y pas¨® lo que ninguno hubi¨¦semos deseado", dice el ganadero no sin antes alejar de ¨¦l cualquier amago de responsabilidad.

"Llega un momento en que uno, como propietario de las reses, poco o nada puede hacer. Yo present¨¦ la corrida y se aprob¨®... Lo dem¨¢s corre a cuenta de la autoridad. Son ellos los que deciden. Se nos quiere hacer a los ganaderos los malos de la pel¨ªcula, y no es as¨ª... Llevo demasiado tiempo en esto y s¨¦ que situaciones como la San Sebasti¨¢n de los Reyes forman parte del juego. Estoy preparado para esto", termina.

La autoridad, citada por el ganadero, toma la palabra de nuevo: "En toda esta cuesti¨®n hay algo de fondo que no se entiende: ?qu¨¦ pinta la Administraci¨®n en un negocio que, al fin y al cabo, es privado? ?Acaso dice algo la Administraci¨®n cuando una obra de teatro es abucheada? Lo ¨²nico que puedo decir es que el d¨ªa de los miuras la plaza estaba rara. No s¨¦, como si hubiese provocadores", dice G¨®mez del Castillo para dar su particular explicaci¨®n a las numerosas protestas -completadas con un detenido- que se agolparon en las gradas.

Sobre la reflexi¨®n en torno al papel de la Administraci¨®n, ni Pe?arrubia ni el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Jorge Garc¨ªa Lorite, se muestran de acuerdo. El primero advierte sobre la futura y detenida inspecci¨®n de un acta a¨²n camino de su despacho: "Siempre tardan unos d¨ªas. En este caso existe una especial sensibilidad hacia el tema, y no se descarta una investigaci¨®n sobre base documental". "Eso s¨ª", advierte el director general de Turismo, "sin an¨¢lisis de las astas ser¨¢ dif¨ªcil".

Garc¨ªa Lorite, desde el papel de asesor que le reserva su cargo, anuncia que en el pr¨®ximo consejo del centro el tema estar¨¢ sobre la mesa. "El objetivo de todos es que cosas as¨ª no vuelvan a suceder", concluye.

Los datos m¨¢s recientes, ofrecidos por la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Ciudadana (de la que antes, hasta las ¨²ltimas elecciones, depend¨ªan los festejos taurinos), s¨®lo reconoc¨ªan la existencia de 22 expedientes en tr¨¢mite sobre afeitado desde 1996. Un total de 22 sobre 40 casos confirmados. Los defectos de las actas o el hecho de que muchas de ellas s¨®lo tuvieran "car¨¢cter estad¨ªstico" anulan en muchos casos la sanci¨®n. En San Sebasti¨¢n de los Reyes ni siquiera se mandaron las muestras de las astas a los laboratorios.