Olano manda pero Ullrich reaparece
Una ofensiva del ONCE en el Alto del Portill¨®n deja a Z¨¹lle fuera de los favoritos
Fiesta en el ONCE, funeral en Banesto. ?Y Ullrich? La Vuelta entr¨® en materia al paso de la carrera por la sierra salmantina, que desemboc¨® en una jornada r¨¢pida, fulgurante, agresiva e interesante. Desde luego, con bastante contenido. Abraham Olano actu¨® en plan autoritario, dando lustre al despliegue de medios de su equipo: sum¨® bonificaciones, dirigi¨® las acciones, entr¨® en el sprint. Actu¨® a lo campe¨®n y redonde¨® la tarde con la conquista del liderato. De paso, sentenci¨® a Z¨¹lle, al que desnud¨® en un mal d¨ªa. Si hemos de considerar la magnitud de la estrategia puesta en escena por el ONCE, puede afirmarse que, en el corto alcance, la renta fue notable. Ahora bien, en el largo alcance, despierta algunas dudas que el tiempo resolver¨¢: Ullrich sac¨® tanto provecho como Olano sin sufrir desgaste, caso parecido al de Escart¨ªn, por citar dos ejemplos. Est¨¢ fuera de toda duda que el espect¨¢culo mereci¨® la pena y que el ONCE es fiel a su imagen de marca. Algunas de las consideraciones que despierta la etapa caducar¨¢n pronto, a la vista de que hoy se celebra una contrarreloj en Salamanca y de que el domingo se sube el esperado Angliru, lo cual significa que el lunes muchas preguntas pueden haber encontrado respuesta. El primer asunto a tratar debe ser el del alem¨¢n Ullrich, que ayer se limit¨® a ser un prudente testigo: permaneci¨® imperturbable mucho tiempo, en las subidas y en los descensos, pero no dej¨® pasar por alto la posibilidad de sumar su primera victoria de esta temporada. Ullrich ley¨® el final de la etapa y accedi¨® al sprint contra Olano. Es evidente que su conducta le convierte en un hombre sospechoso. De la sospecha a la evidencia median dos pasos. O, como quien dice, dos etapas.
La segunda consideraci¨®n es si el ONCE debi¨® atacar en un puerto de primera categor¨ªa a la vista de las condiciones que rodean a su l¨ªder, cuyo terreno de caza no parece razonable que sea el monta?oso. En ese punto, son l¨®gicas las discrepancias, que alimentar¨¢n un interesante debate que animar¨¢ la Vuelta. Olano se quit¨® un rival de encima, que es el caso de Z¨¹lle, pero no se pierda de vista que, en la etapa, no hubo especial intervenci¨®n de equipos tradicionalmente agresivos, caso del Kelme. Lo cual quiere decir que todos dieron por bueno lo que estaba haciendo el ONCE, porque a todos beneficiaba. Unos llamar¨¢n valiente a Manolo Saiz, otros le calificar¨¢n de suicida por mover la carrera en un terreno que pod¨ªa resultar perjudicial para Olano. Unos le reprochar¨¢n que se acuerde de Amstrong en el Tour (a quien benefici¨® en detrimento de Z¨¹lle), otros alabar¨¢n su sentido del espect¨¢culo. Todo cuanto sucedi¨® ayer, que es lo mejor que ha ofrecido esta Vuelta, se debe al ONCE.
El ataque se improvis¨® a mitad de carrera, en la ascensi¨®n del Alto del Portillo, el primer puerto de 1? de la Vuelta. Cuentan en el ONCE que sospecharon de la debilidad de Z¨¹lle en el puerto anterior (Alto de Mogaraz, de 2?) y que ten¨ªan algunos indicios de todos estos d¨ªas. Z¨¹lle no estaba fino, seg¨²n los c¨¢lculos de Manolo Saiz. Viendo maniobrar a D¨ªaz Justo primero, a Marcos Serrano despu¨¦s, a Cuesta, a Zarrabeitia, viendo echar tanta le?a al fuego a esas alturas de carrera, era l¨®gico sospechar que alg¨²n prop¨®sito inspirar¨ªa estos ataques. No mucho despu¨¦s, con el pelot¨®n perdiendo unidades con la fluidez de una hemorragia, se solt¨® Z¨¹lle. Tambi¨¦n Casero. Un poco Jim¨¦nez. Pero salvo Z¨¹lle (y Julich desde el primer momento), el resto de favoritos logr¨® conservar su integridad. Desde ese momento hasta el final, el mando fue una exclusiva de la ONCE, desplegada con cierta majestuosidad, de forma ostentosa incluso.
Perdido Z¨¹lle en la sierra salmantina, la Vuelta se cobraba su primera v¨ªctima. Hoy habr¨¢ nuevo recuento de bajas a la vista de la contrarreloj. Dicho lo cual, hemos entrado en materia de golpe: Olano es el nuevo l¨ªder, se lo ha trabajado a pulso. Pero hoy deber¨¢ defender su posici¨®n nada menos que ante Ullrich, que ayer sac¨® la patita por debajo de la puerta. La Vuelta lo agradecer¨¢: en lo que a una contrarreloj ata?e se tratar¨¢ de un duelo de la m¨¢xima categor¨ªa.
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