Murdoch sostiene que sus tabloides "sacian las bajas pasiones de la gente"

Reacio a dar entrevistas en los ¨²ltimos a?os, Rupert Murdoch ha hablado para la revista Vanity Fair sobre su forma de hacer periodismo, su reciente divorcio y su rivalidad con Ted Turner. Due?o de varios diarios sensacionalistas, el magnate justifica la actividad de sus peri¨®dicos con el argumento, entre otros, de que las figuras p¨²blicas no tienen derecho a la privacidad. Murdoch, australiano nacionalizado norteamericano, es el propietario de una ingente red de industrias en torno a su compa?¨ªa, News Corp. En su imperio hay productoras de cine, cadenas de televisi¨®n como FOX (Estados Unidos) y Sky (Gran Breta?a) y diarios como el norteamericano New York Post y el brit¨¢nico The Sun, conocidos por el amarillismo de su estilo, adem¨¢s de The Times.

Seg¨²n Murdoch hubo un momento en el que sus peri¨®dicos "atacaban salvajemente a determinadas personas, aunque depende de lo que se quiera decir con "atacar". No hay nada malo en golpear duro a tus adversarios", asegura el empresario en estas declaraciones.

Cuando su entrevistador en Vanity Fair (su bi¨®grafo, William Shawcross) le pregunta si no es cierto que todo el mundo merece una vida privada, Murdoch responde: "La verdad es que no. Depende de qui¨¦n eres y la posici¨®n que tienes".

Sin embargo Murdoch se muestra aparentemente arrepentido de una de sus m¨¢s pol¨¦micas aportaciones al periodismo sensacionalista: la publicaci¨®n en el Sun de las fotos de Sophie Rhys-Jones en top-less justo antes de su boda con el Pr¨ªncipe Eduardo. "Fue terrible, un error inexplicable", asegura Murdoch, que en cambio no muestra ning¨²n rubor en defender al Sun por facilitar una l¨ªnea de tel¨¦fono a la que pueden llamar los lectores que deseen escuchar la grabaci¨®n de una conversaci¨®n rom¨¢ntica entre la Princesa Diana y un amigo.

Seg¨²n Murdoch sus peri¨®dicos "sacian las bajas pasiones de la gente", pero tambi¨¦n entran en temas de car¨¢cter serio. "La gente tiene celos del ¨¦xito, es natural", dice Murdoch en referencia al elevado nivel de ventas de sus diarios.

Al magnate no le queda m¨¢s remedio que admitir un comportamiento elegante de la prensa amarilla para con su propia vida privada, salpicada en los ¨²ltimos meses por el divorcio de su segunda esposa y la boda inmediata con una mujer de 31 a?os que era empleada en su empresa.

Murdoch, que en muchas ocasiones ha dado muestras de un talante personal profundamente conservador, asegura que nunca sali¨® con su nueva esposa, Wendi Deng, hasta que no estuvo divorciado. En su opini¨®n, "es divertido decir que Deng es un genio de los negocios a punto de hacerse con los mandos de News Corporation; es divertido si no fuera porque hay mucha gente que as¨ª lo cree".

Mala influencia de la TV

Murdoch tambi¨¦n arremete contra su propia televisi¨®n: "Creo que muchos espacios de la televisi¨®n, incluida la Fox, ejercen una influencia negativa en la gente", reflexiona, aunque defiende uno de sus productos, Los Simpson, como "el programa m¨¢s inteligente de la televisi¨®n". Sobre su relaci¨®n con otro de los grandes emperadores de la comunicaci¨®n, el estadounidense Ted Turner, Murdoch asegura que su relaci¨®n era "muy amistosa" hasta que anunci¨® el lanzamiento de la cadena de informaci¨®n Fox News Network, competidora de la CNN fundada por Turner.

"Fue entonces", dice el empresario de origen australiano, "cuando empez¨® a llamarme Hitler y a dedicarme todos los insultos que se le ven¨ªan a la cabeza", opina.