Las "perras de guardia" luchan en Francia contra el machismo violento
Una ministra se incorporar¨¢ a este grupo enfrentado a un sindicato
Esta vez, los gritos de "qu¨ªtate las bragas, cerda", no han sido lanzados contra la ministra de Medio Ambiente, la ecologista Dominique Voynet, ni han partido de voces an¨®nimas. La ¨²ltima agresi¨®n sexista contra las que desempe?an un papel de relevancia p¨²blica ha venido del sindicato Fuerza Obrera de Radio France y ha elegido como blanco a la directora de France-Culture, Laure Adler. En su cr¨ªtica a la reducci¨®n de los espacios de ficci¨®n, los sindicalistas no han encontrado mejor argumento que jugar con la palabra burdel y presentar a Adler como la madame Pompadour y la Imelda Marcos que "debe tener cuidado en que sus tacones de aguja no queden aprisionados en la parrilla de la programaci¨®n". Lo novedoso es que esta vez los autores de ese ataque sexista han tropezado con un muro de reprobaci¨®n que les ha obligado a tragarse sus palabras. El colectivo de mujeres y hombres organizado bajo el nombre, pol¨¦mico, de La Red de las Perras de Guardia contra la Violencia Sexista acaba as¨ª de obtener su primera victoria sobre el machismo ordinario. Despu¨¦s de la amenaza de una campa?a m¨¢s intensa, el secretario general adjunto Fuerza Obrera, Fernand Guiot ha tenido que admitir que los t¨¦rminos y el tono utilizado por sus colegas de Radio-France distan mucho de ser respetuosos. Las perras de guardia exigen que la disculpa lleve la firma de Marc Blondel, secretario general del sindicato, pero eso parece mucho pedir para un hombre que en 1997 se desmarc¨® de las posiciones de Nicole Notat, la dirigente del sindicato mayoritario franc¨¦s, CFDT, con el comentario "Mi tarea no es hacer el amor con los primeros ministros".
Defensa de las pol¨ªticas
Hartas de asistir a las descalificaciones sexistas, las perras de guardia decidieron el 8 de marzo denunciar sistem¨¢ticamente los ataques a las pol¨ªticas injuriadas en raz¨®n de su condici¨®n femenina. "Vivimos en democracia, el debate es libre, pero no todos los argumentos son leg¨ªtimos. Cualquier mujer que se expone, que se reafirma, que se arriesga, corre el riesgo de ser tratada de puta; si alcanza el ¨¦xito, pasa a ser sospechosa de haberse acostado (...) Ya basta. Nosotras, perras de guardia, vamos a ense?ar los colmillos", reza el manifiesto suscrito por medio millar de mujeres y 150 hombres entre los que figuran diputadas de todas las tendencias , el antiguo secretario de Estado Jacques Dondoux, la directora general de France 2, Mich¨¨le Cotta, y escritores como Pascal Brucker, R¨¦gine Deforges, Am¨¦lie Northom, Marie Darrieussecq y Anne Delb¨¦e.
Blanco preferido de los insultos soeces que surgen frecuentemente contra ella desde los colectivos de cazadores, la ministra de los Verdes Dominique Voynet ha anunciado esta semana su intenci¨®n de adherirse al movimiento.
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