Escart¨ªn: "Tranquilos, que a la boda llego"

Fernando Escart¨ªn no ganar¨¢ esta Vuelta. Se le resiste. Ayer su bicicleta resbal¨® en una recta, reci¨¦n iniciado en descenso a la Cobertoria y fue a parar contra el quitamiedos. Se dio un golpe en el costado, en la mu?eca, recibi¨® un aparatoso corte encima de la rodilla derecha. Tras ¨¦l fue a parar el austriaco Luttenberger (ONCE). Escart¨ªn no pudo levantarse, no pod¨ªa respirar, qued¨® claro desde ese momento que la Vuelta se hab¨ªa acabado para ¨¦l. Qued¨® ingresado en el hospital de Mieres. Antes de ser atendido por los m¨¦dicos, pudo hacer una declaraci¨®n. "Me asust¨¦ mucho al principio porque no pod¨ªa respirar, pero el susto ha pasado. Estoy magullado y espero ver lo que me dicen los m¨¦dicos, pero no es nada grave. Que est¨¦n tranquilos en casa que a la boda llego". Escart¨ªn se casar¨¢ a finales de octubre. "Ser¨¢ el d¨ªa m¨¢s feliz de mi vida", hab¨ªa dicho horas antes, "ser¨¢ m¨¢s feliz que si gano las tres grandes el mismo a?o". Escart¨ªn fue la v¨ªctima m¨¢s notable de la etapa, seguido de su colega Luttenberger, que hubo de retirarse poco despu¨¦s. El parte m¨¦dico precisa que Escart¨ªn sufre "fractura de tres costillas de hemit¨®rax derecho, fractura de c¨²bito izquierdo sin desplazamiento, contusi¨®n renal y herida inciso contusa en rodilla derecha". Quedaba ingresado en observaci¨®n. Era uno m¨¢s de los innumerables accidentes que sufri¨® la etapa. Tantos que el parte m¨¦dico oficial de la etapa fue incapaz de hacer una contabilidad. "M¨²ltiples corredores han sido asistidos, al menos 3 o 4 por equipo, de heridas con abrasiones en rodillas, caderas, codos, cr¨¢neo, etc¨¦tera", dice el parte.

Y dice bien, porque los golpes se convirtieron en los protagonistas de la jornada. No hab¨ªa m¨¦dicos suficientes para atenderlos al mismo tiempo. Sal¨ªa Juli¨¢n Gorospe, director del Euskaltel, del habit¨¢culo instalado en la meta, y ped¨ªa un m¨¦dico: ?un m¨¦dico, por favor! Al otro lado, tras la cortina de su salita, aparec¨ªa Ech¨¢varri: ?un m¨¦dico, por favor!. Y el m¨¦dico, con su malet¨ªn, no sab¨ªa si dirigirse a la izquierda o a la derecha. A dos metros de distancia estaba un motorista esperando tambi¨¦n asistencia. "Es la guerra", le dec¨ªa en voz baja el doctor Fernando Astorqui, el jefe m¨¦dico de la Vuelta, a un directivo de Unipublic.

Los directores de los equipos fueron quej¨¢ndose. No pon¨ªan en duda el Angliru, sino el descenso de la Cobertoria, un descenso que conocen bien. "Tiene el r¨¦cord de ca¨ªdas en cada carrera que pasa por ah¨ª", clamaba ?lvaro Pino. "Sabemos desde hace tiempo que ese descenso es muy peligroso mientras no arreglen de una vez esa carretera. El asfalto es muy antiguo, es una pista de patinaje cuando llueve", dec¨ªa otro director. A las quejas se un¨ªa Manolo Saiz, enfadado a pesar del ¨¦xito de su l¨ªder. Un pelot¨®n magullado tomar¨¢ hoy la salida de Oviedo. Imposible era saber ayer el n¨²mero de afectados y las consecuencias de sus lesiones.