Balcanizaci¨®n socialista
JOSEP TORRENT S¨®lo el hecho de que el PSPV, por voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas, sea el primer partido de la oposici¨®n justifica el inter¨¦s informativo que despierta la grave crisis en la que se encuentra. Ignorar que el pasado 13 de junio m¨¢s de 767.000 ciudadanos de la Comunidad Valenciana manifestaron con sus votos la necesidad de un cambio pol¨ªtico en este territorio es un lujo que ¨²nicamente se pueden permitir algunos eg¨®latras que, ante la opini¨®n p¨²blica y la publicada, aparecen como dirigentes del socialismo valenciano. As¨ª, aunque s¨®lo fuera por el respeto que les deber¨ªan merecer sus electores, ser¨ªa conveniente que los jefes de las diferentes tribus socialistas aparcasen sus personales y particulares filias, incluso sus leg¨ªtimas ambiciones, en la cita congresual que tienen el pr¨®ximo s¨¢bado. Las v¨ªsperas, sin embargo, no auguran nada bueno. La arbitraria convocatoria de dos delegados por comarca realizada por la gestora del PSPV es una ofensa a cualquiera con un m¨ªnimo de sensibilidad democr¨¢tica. Los concili¨¢bulos de ayer por la tarde y alguna comida (?qu¨¦ hac¨ªa el presunto candidato a la secretar¨ªa general Cipri¨¤ Ciscar compartiendo mesa y mantel con los supuestos neutrales Juana Serna, Francisco Ruiz, ?ngel Franco y Baltasar Vives?) radiograf¨ªan una balcanizaci¨®n de los socialistas valencianos en la que los fundamentalismos y las ambiciones -la mayor¨ªa de car¨¢cter estrictamente personal- se superponen a la raz¨®n, al sentido com¨²n y a la sensatez. En el PSPV, ahora mismo, las v¨ªsceras han devorado el cerebro. La b¨²squeda de alguna diferenciaci¨®n ideol¨®gica u org¨¢nica entre las partes enfrentadas dejar¨ªa exhausto y vac¨ªo al m¨¢s avezado de los observadores. Todos los movimientos, todos los pronunciamientos, todas las opiniones se basan en la negaci¨®n del otro. Las alternativas se construyen desde la exclusi¨®n de los dem¨¢s y la afirmaci¨®n del clan. P¨¦simos antecedentes para cualquier negociaci¨®n. Con todo y con eso, cabe suponer que a¨²n quede un rasgo de inteligencia en el PSPV (como dir¨ªa un titular de Las Noticias del Gui?ol: "La NASA descubre que hay signos de vida en el PSOE"). La suficiente entre profesionales de la pol¨ªtica que saben muy bien lo que tienen qu¨¦ hacer, aun a su pesar. La din¨¢mica interna obliga a los socialistas valencianos a otorgar un papel singularizado a Antoni Asunci¨®n, aunque s¨®lo sea para no repetir los errores cometidos durante estos pasados cuatro a?os y regalarle de paso una arma -otra m¨¢s- a Eduardo Zaplana. Implica el extra?amiento voluntario de los m¨¢s beligerantes, bien sea desde la primera l¨ªnea de fuego o desde la retaguardia. Supone una candidatura ¨²nica con amplio respaldo. Y, lo que es m¨¢s dif¨ªcil, alcanzar un acuerdo en el que, al menos aparentemente, no haya vencedores ni vencidos. ?Que todo ello supone la cuadratura del c¨ªrculo? Probablemente, pero en batallas no menores han estado los Asunci¨®n, Ciscar y Lerma y han salido airosos. El conseguirlo o no est¨¢ en sus manos. Si no lo consiguen, que se apa?en.
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