El cine 'oculto' de John Stahl, en una retrospectiva

Se le suele recordar por los t¨ªtulos de otro, los que utiliz¨® Douglas Sirk para las versiones que realiz¨®, en la d¨¦cada de los cincuenta, de algunos de sus filmes de los treinta, de manera que para cualquier cin¨¦filo Imitaci¨®n a la vida o Sublime obsesi¨®n son pel¨ªculas que remiten al gran maestro del melodrama de origen alem¨¢n, pero que en nada suenan a su autor primigenio, ese oculto John Stahl que ahora homenajea el festival donostiarra con un ciclo completo de sus pel¨ªculas.Nacido en 1886 y muerto en 1950, activo en Hollywood entre 1917 y 1949, Stahl es uno de esos nombres que est¨¢n en todas las historias del cine pero cuyas pel¨ªculas, m¨¢s all¨¢ de un pu?ado de t¨ªtulos recurrentes, jam¨¢s est¨¢n al alcance del espectador interesado. Hombre de estudio -trabaj¨® en varios, pero sobre todo en la Universal y en 20th. Century-Fox-, de Stahl se suelen mencionar siempre en Espa?a los mismos productos: Las llaves del reino, El sargento inmortal o, sobre todo, Que el cielo la juzgue, ese esplendoroso monumento a Gene Tierney, todos filmes de una madurez tard¨ªa, fragmentaria memoria de una carrera que abarca en realidad nada menos que 42 pel¨ªculas, m¨¢s un pu?ado de otras que produjo, en los a?os finales del mudo.

Las razones que explican la ignorancia que de su obra se tiene se resumen en los art¨ªculos del libro que, en colaboraci¨®n con la Filmoteca Espa?ola, ha editado el festival: a pesar de la evidente popularidad de algunos de sus filmes, sobre todo los melodramas, Stahl no goz¨® en vida del aprecio de la cr¨ªtica, entre otras cosas porque ¨¦sta no exist¨ªa en su acepci¨®n contempor¨¢nea. Pero adem¨¢s, y lo recuerda el otro homenajeado de esta edici¨®n, Bertrand Tavernier, presidente del jurado, en su imprescindible 50 a?os de cine americano, el desconocimiento de nuestro hombre hay que buscarlo tambi¨¦n en el inter¨¦s de la Universal por silenciar su obra y dar relieve a las versiones de Douglas Sirk.