Nixon, carajillos y ocho a?os de estudio de historia de Espa?a

Bigas Luna pidi¨® ayer, desesperado, unas entradas para la proyecci¨®n de su pel¨ªcula en el Kursaal. Agotadas ("de lo cual me alegro", dijo), no ten¨ªa forma de que sus hijas y sus respectivos novios vieran la proyecci¨®n oficial de Volaverunt. "Quer¨ªan darme una sorpresa y ahora no quiero que esto termine en conflicto familiar". El cineasta catal¨¢n present¨®, junto a sus actores, su pel¨ªcula sobre las intrigas y pasiones de la corte espa?ola de finales del siglo XVIII y principios del XIX.Junto a Luna viajaron a San Sebasti¨¢n los int¨¦rpretes del filme (Aitana S¨¢nchez-Gij¨®n, Jorge Perugorr¨ªa, Pen¨¦lope Cruz y Jordi Moll¨¢) y su productora, Mate Cantero. Luna explic¨® que durante ocho a?os se ha documentado sobre el periodo de la historia de Espa?a en el que transcurre el filme. "Soy un cotilla", asegur¨®. Tambi¨¦n insisti¨® en sus "conocidas" obsesiones por el sexo ("como soy muy po¨¦tico, me gusta hablar de hacer el amor y no de follar") y la comida. El director hizo un alegato sobre los pros y contras del carajillo: "A m¨ª me gusta, pero a los paletas les trae m¨¢s de un problema".

Sobre la construcci¨®n de los personajes, Jordi Moll¨¢ explic¨® c¨®mo para interpretar a Godoy no s¨®lo hab¨ªa le¨ªdo varios libros, sino que hab¨ªa visto muchas cintas de v¨ªdeo de pol¨ªticos y financieros. "Las ten¨ªa siempre puestas mientras preparaba el papel. Me fij¨¦ en la espalda de Nixon, en su complexi¨®n. Tambi¨¦n en un gesto determinado, al re¨ªrse, de Mario Conde. Recort¨¦ fotos de los peri¨®dicos para recordar su manera de apretar la mano, sus tics y c¨®mo parecen ocultar siempre lo que pasa por sus cabezas. Ten¨ªa claro que de Godoy no tengo nada".