Los excedentes, para los ciudadanos
Los pa¨ªses de la UE cambian sus pol¨ªticas econ¨®micas para repartir los beneficios de la bonanza
La bonanza econ¨®mica que disfrutan la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea se refleja en las finanzas estatales, que ven aumentar sus ingresos de forma inesperada. ?Qu¨¦ hacer son esos super¨¢vit? En Espa?a, cuya econom¨ªa crecer¨¢ este a?o en torno al 3,7%, se ha recaudado en el primer semestre un 6% m¨¢s de impuestos directos y un 13,5% de indirectos. Si la racha sigue hasta final de diciembre, los expertos calculan que el departamento que dirige Rodrigo Rato se encontrar¨¢ con 700.000 millones que no esperaba. Si esta cantidad se dedicase exclusivamente al d¨¦ficit p¨²blico, ¨¦ste podr¨ªa reducirse en unas ocho d¨¦cimas desde el 1,6% previsto en los Presupuestos. Pero la pol¨ªtica es algo m¨¢s complicado y la rebaja se limita al 1,4% para este a?o y al 0,8% en el 2000. Y es que la guerra de las pensiones se ha saldado con una subida que supondr¨¢ un desembolso de 111.000 millones de pesetas. A ello hay que sumar otra partida que no estaba presupuestada: los 50.000 millones destinados a las v¨ªctimas del terrorismo. Otros gastos inesperados podr¨ªan encontrar su contrapartida, como la compensaci¨®n a los funcionarios por el poder adquisivo perdido en estos a?os y que ellos calculan en unos 96.000 millones de pesetas. De momento, el Gobierno apuesta por dedicar parte de sus dineros a rebajar el IVA del butano y a congelar los impuestos especiales de los hidrocarburos (para controlar la inflaci¨®n) y ya ha anunciado una rebaja selectiva del 7% para determinadas autopistas, as¨ª como la subida de la deducci¨®n general hasta el 45% en el nuevo impuesto de sociedades (que podr¨ªa oscilar entre el 30%-50% para los gastos en innovaci¨®n tecnol¨®gica). Al mismo tiempo canjear¨¢ deuda emitida a tipos altos por otra a los tipos actuales y amortizar¨¢ t¨ªtulos p¨²blicos que tengan poca liquidez. La situaci¨®n espa?ola es similar a la de otros pa¨ªses europeos que, con la excepci¨®n de Alemania, que no consigue despegar, piensan aprovechar el ciclo econ¨®mico para cambiar la tendencia de austeridad de a?os anteriores. Las recetas no son todas iguales, pero tienen un com¨²n denominador: intentar que los ciudadanos puedan beneficiarse en ¨²ltima instancia de estos a?os de vacas gordas.
ALEMANIA. "Medicina amarga"
As¨ª ha calificado en alguna ocasi¨®n el ministro alem¨¢n de Hacienda, Hans Eichel, el programa de austeridad que el Gobierno de su pa¨ªs piensa llevar a cabo. El programa, un recorte selectivo al Estado de bienestar con el controvertido tema de las pensiones al fondo, es la batalla m¨¢s pr¨®xima a librar por el canciller Gerhard Schr?der, que ya ha manifestado que piensa mantenerlo pese a las sucesivas derrotas electorales sufridas en varios lander por su partido, el SPD, y que est¨¢n cuestionando su mayor¨ªa en el Parlamento federal.El plan de austeridad tiene como objetivo fundamental el ahorro de 150.000 millones de marcos en los pr¨®ximos cuatro a?os. El a?o que viene, concretamente, el recorte ascender¨ªa a 30.000 millones de marcos (15.325 millones de euros, 2,5 billones de pesetas) para reducir el d¨¦ficit p¨²blico que se estima este a?o quedar¨¢ en 15.534 millones de marcos.
Entre otras cosas, el plan, "el m¨¢s importante proyecto de reforma de la historia de Alemania", seg¨²n el canciller, recorta los presupuestos ministeriales en casi un 8%, congela el salario de los funcionarios, disminuye subvenciones, incrementa los precios de la energ¨ªa, rebaja el impuesto de sociedades desde el 40% al 25% y modifica el sistema de revalorizaci¨®n de pensiones, un punto que se ha convertido en el centro de la pol¨¦mica. El Gobierno pretende que las pensiones suban durante los dos pr¨®ximos a?os seg¨²n el ¨ªndice de precios al consumo, y no conforme al aumento de los salarios como ha venido ocurriendo hasta ahora. Con el nuevo sistema, la prestaci¨®n subir¨ªa el a?o que viene un 0,7% y un 1,6% en el 2001.
La encrucijada alemana se da, adem¨¢s, como ocurre en otros pa¨ªses europeos, cuando la econom¨ªa parece abandonar pasados problemas. Con todo, s¨®lo se espera un crecimiento de la econom¨ªa del 1,6% para este a?o y que se podr¨ªa acelerar al 2,5% en el a?o 2000.
FRANCIA. Dinero a espuertas
"Me parece puro cachondeo que la derecha, despu¨¦s de decenios de acusar a la izquierda de vaciar la caja, hoy le reproche el llenarla subrepticiamente". Son palabras de Fran?ois Hollande, el primer secretario del Partido Socialista, terciando en la pol¨¦mica que se ha abierto en Francia sobre el destino de los excedentes que se han producido sobre la recaudaci¨®n fiscal presupuestada. Y es que los ingresos no previstos al inicio del ejercicio se cifran, para todo 1999, entre 750.000 millones de pesetas y un bill¨®n de pesetas, conseguidos en buena parte por el incremento de la recaudaci¨®n del impuesto de sociedades como consecuencia de una mayor actividad econ¨®mica.La menci¨®n al "cachondeo" de la derecha de Hollande no era gratuita. El presidente Chirac, obligado a cohabitar con un Gobierno de izquierdas, levant¨® "inocentemente" la liebre, poniendo sobre aviso a unos contribuyentes ¨¢vidos de que se les bajen los impuestos, al declarar el 14 de julio, en su tradicional discurso del d¨ªa de la fiesta nacional, que "el dinero fluye con abundancia a las cajas del Estado". Las palabras de Chirac insuflaron aire tambi¨¦n a las reivindicaciones de comunistas y verdes, aliados del socialista Jospin en el Gobierno de izquierda-plural, en favor de aprovechar la bonanza para aumentar el salario m¨ªnimo, las pensiones y algunos subsidios.
Todo el mundo opina, pero es Jospin, y su todopoderoso ministro de Econom¨ªa y Finanzas, Dominique Strauss-Kahn, quienes capitalizan el ¨¦xito de superar las previsiones de recaudaci¨®n -y adem¨¢s creciendo y creando empleo, con un gasto que aumenta menos que el IPC, reduciendo el d¨¦ficit y con una inflaci¨®n controlada- y quienes deciden lo que se va a hacer. Y lo que va a hacer Francia con el excendente es bajar el IVA correspondiente a trabajos de alba?iler¨ªa, de mantenimiento y mejora del hogar, del 20,6% al 5,5%, para favorecer la creaci¨®n de empleo y propiciar que afloren sectores sumergidos de la econom¨ªa y continuar reduciendo el d¨¦ficit.
Jospin y Strauss-Kahn son conscientes, sin embargo, de que las medidas adoptadas hasta ahora benefician a las empresas y a las clases m¨¢s desfavorecidas, pero que el grueso de los contribuyentes no ha notado la mejora de la situaci¨®n y sigue esperando una rebaja del impuesto sobre la renta. De ah¨ª que se hayan apresurado a anunciar un recorte del IRPF para el a?o 2001 y medidas concretas para asegurar el futuro de las pensiones. En grandes cifras, y para el a?o 2000, el Gobierno franc¨¦s prev¨¦ reducir el d¨¦ficit al 1,7% o 1,8% del PIB, con una contenci¨®n del gasto que no deber¨¢ crecer por encima del IPC (un 0,9%, seg¨²n sus previsiones).
ITALIA. Recortes de receta
El Gobierno italiano de centro-izquierda llega al comienzo de curso con pocas recetas preparadas para hacer frente a las debilidades de la econom¨ªa nacional, informa Lola Gal¨¢n. Con una infla-ci¨®n que repunta (del 1,4% al 2%, seg¨²n las ¨²ltimas previsiones), una deuda masiva que duplica la de los dem¨¢s pa¨ªses del euro, y un crecimiento previsto para este a?o que no superar¨¢ el 1,2%, la sexta potencia industrial del planeta se tienta la ropa agobiada por la necesidad de cambios sustanciales.
Las cargas fiscales excesivas y, sobe todo, un mercado de trabajo r¨ªgido, donde todav¨ªa son corrientes los convenios colectivos de alcance nacional, han llevado a los empresarios italianos a invertir fuera de sus fronteras, mientras Italia est¨¢ a la cola de la Uni¨®n Europea en lo que a recibir inversiones extranjeras se refiere. A esta situaci¨®n se ha a?adido una reducci¨®n de las exportaciones y una disminuci¨®n de la demanda interna, pese a que el consumo de los italianos ha aumentado casi un 2,5%.
La necesidad de estimular el consumo se impone, pero las buenas intenciones del Gobierno que hab¨ªa anunciado ya una reducci¨®n de las retenciones fiscales de un punto que afectar¨ªa a la clase media, tendr¨¢ que ser pospuesta todav¨ªa un a?o, seg¨²n ha anunciado el ministro de Finanzas, Vincenzo Visco. Para cumplir la disciplina del Pacto de Estabilidad sellado por los Once, Italia necesita desesperadamente recortar el gasto p¨²blico en uno de los cap¨ªtulos m¨¢s abultados: el de las pensiones. Un reciente estudio elaborado por la Tesorer¨ªa General del Estado, demuestra con la ayuda de la estad¨ªstica que la "bomba de las pensiones" estallar¨¢ en Italia entre los a?os 2005 y 2035. En esa franja temporal, el gasto de las pensiones sociales (situado hoy en torno al 14% del PIB representar¨¢ entre el 15,6% y el 15,8% de la riqueza del pa¨ªs. Una suma fabulosa que las arcas del Estado no podr¨¢n afrontar. Despu¨¦s de un verano muy tenso, septiembre llega al menos con un principio de acuerdo entre el Gobierno y el principal sindicato, la CGIL, que ha anunciado su disponibilidad para aceptar, a partir del a?o pr¨®ximo, que las pensiones se calculen bas¨¢ndose en las contribuciones hechas por los trabajadores y no sobre los ¨²ltimos salarios percibidos, como ocurre ahora.
REINO UNIDO. Redistribuci¨®n
El Reino Unido queda al margen de la recuperaci¨®n econ¨®mica que beneficia a sus socios europeos. El reciente despegue contribuye, sin embargo, a frenar el retroceso que la econom¨ªa brit¨¢nica experiment¨® en el ¨²ltimo semestre de 1998, informa Lourdes G¨®mez. Medidas claves en la gesti¨®n del ministro laborista de Hacienda, Gordon Brown, la independencia del Banco de Inglaterra y contenci¨®n del gasto, entre ellas, permiten mantener las m¨¢s altas proyecciones oficiales sobre evoluci¨®n del producto interior bruto (PIB) en 1,5% para el presente a?o, 2,75% para el a?o 2000 y 3,25% para el 2001.Datos recientes sobre ingresos en material fiscal y gasto p¨²blico parecen garantizar un excedente en torno a los 5.000 millones de libras (1,2 billones de pesetas) en el actual ejercicio financiero. Brown, sin embargo, persevera en su objetivo de lograr el equilibrio presupuestario y redistribuci¨®n fiscal.
Educaci¨®n y sanidad p¨²blicas son ¨¢reas prioritarias del programa laborista, de la "revoluci¨®n" prometida por Tony Blair. Ambos ministerios contar¨¢n con 40.000 millones de libras extras hasta el 2001, financiados en parte por el r¨ªgido control del gasto impuesto durante los dos primeros a?os de Administraci¨®n laborista. En t¨¦rminos reales, esta inyecci¨®n de capital estatal representa un incremento en educaci¨®n del 5,13% en los tres a?os pr¨®ximos, tres veces m¨¢s que el gasto real durante los 18 a?os de Administraci¨®n conservadora. La sanidad p¨²blica ver¨¢ aumentado su presupuesto en un 4,4% frente a la media del 3% consentida por los conservadores. La reforma de la seguridad social para contener su impacto presupuestario es la asignatura pendiente del Ejecutivo de Blair. La redistribuci¨®n y alce del gasto p¨²blico est¨¢ siendo posible en gran medida por el aumento de la carga fiscal. El Gobierno de Blair ha reducido el impuesto sobre la renta y, seg¨²n declaraciones del primer ministro, habr¨¢ nuevas reducciones en los pr¨®ximos presupuestos. Pero los expertos se?alan que la carga fiscal global aumentar¨¢ del 38,6% al 39,6% durante la presente legislatura.
SUECIA. Invertir la tendencia
Al amparo de una persistente alta coyuntura y de los efectos de sucesivos programas de ajustes que han permitido sanear las finanzas del Estado sueco, el Gobierno socialdem¨®crata de G?ran Persson ha negociado con el Partido de Izquierda y el del Medio Ambiente (Verdes), un presupuesto en el que procura invertir la tendencia de a?os anteriores y restituir a los asalariados parte de lo perdido, informa Ricardo Moreno.En principio, est¨¢ prevista una bajada de impuestos que beneficiar¨¢, aunque en distinto grado, a los asalariados y a las empresas. Paralelamente, con esta medida el Gobierno ha dispuesto un apoyo general a las prestaciones sociales comunales y otro especial a las que tienen problemas econ¨®micos, para reforzar principalmente el sector de la salud, la educaci¨®n y la atenci¨®n de los ancianos. Algunas de las rebajas de impuestos favorecen indirectamente a una recuperaci¨®n de esos sectores. A trav¨¦s de una disminuci¨®n de impuestos a los bienes inmobiliarios se favorece una rebaja de los alquileres. Se aumentan tambi¨¦n las compensaciones por hijos.
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