Pruebas m¨ªticas
Cuando ya se han examinado las tres cuartas partes de los candidatos a obtener un puesto de trabajo en Terra M¨ªtica, empiezan a circular noticias y rumores sobre la dificultad de las pruebas a las que fueron sometidos. Parece ser que la selecci¨®n de los candidatos se encomend¨® a una empresa americana -Myths Consulting- y que el tipo de test y el mismo planteamiento del proceso les pill¨® a todos por sorpresa. Los aspirantes supon¨ªan -ingenuos ellos- que si uno optaba a una plaza de camarero, deb¨ªa demostrar su habilidad llevando bebidas en una bandeja, y que si una quer¨ªa ser animadora infantil, habr¨ªa de ofrecer un repertorio de juegos y canciones para el naner¨ªo. Pues bien, dicen que nada de eso sucedi¨®. Los americanos son muy suyos. Antes la gente se presentaba a los puestos de trabajo m¨¢s o menos a pelo. Ahora la cosa est¨¢ que arde y los candidatos han espabilado. El modelo cl¨¢sico es el de los opositores a notar¨ªas o a juzgados: durante a?os no hacen otra cosa que dejarse entrenar por un preparador y cantar (as¨ª se llama en la jerga) los temas, mientras el maestro les registra el tiempo cron¨®metro en mano. Es como tomarse la tensi¨®n, pero en versi¨®n jur¨ªdica. ?ltimamente esta pr¨¢ctica se ha extendido a las dem¨¢s profesiones: las entrevistas profesionales no pueden hacerse al buen tunt¨²n, hay que aprender a contestar lo que la empresa quiere, no lo que a uno le pide el cuerpo, hay que saber poner cara de circunstancias y, como ahora se dice, "hablar en positivo". Como he tenido acceso a alguna de estas pruebas voy a hacer ciertas consideraciones generales sobre las mismas, para tratar de ayudar a los aspirantes que quedan y a los futuras generaciones interesadas en trabajar en parques tem¨¢ticos, pues, como es sabido, hay varios en construcci¨®n a lo largo de la Comunidad Valenciana. Lo primero ser¨¢ desmentir algunos bulos que han corrido por ah¨ª y que no hacen m¨¢s que crear confusi¨®n. No es cierto que una de las pruebas consistiese en una carrera de sacos llevando en equilibrio la estatuilla de un dios griego sobre la cabeza. Tampoco es cierto que haya que aprenderse de memoria la lista de los reyes moros de Valencia, de X¨¤tiva y de D¨¦nia. Menos a¨²n que se obligase a los candidatos/as a convertir el gui¨®n de la peli El virgo de Visanteta en una tragedia griega escrita en endecas¨ªlabos. Por favor, sean serios. Aunque los americanos tienen cosas raras, tampoco hay que exagerar. No, parece que la primera prueba que tuvieron que superar fue un test de cultura m¨ªtica general. Desgraciadamente, como nadie les hab¨ªa preparado, respondieron de manera atolondrada y fueron cayendo como moscas. Por ejemplo, para el encabezado "El mito del mal lo encarnaba: 1) H¨¦ctor C¨²per; 2) Arzallus; 3) la Gorgona", resulta que la respuesta correcta era la tercera. O este otro: "Los doce trabajos de H¨¦rcules fueron: 1) El le¨®n de Nemea, la hidra de Lerna y diez m¨¢s; 2) San Pedro, Santiago, San Juan y otros nueve; 3) Conseguir llegar a fin de mes, los doce meses del a?o, con un contrato basura, tres hijos y un perro". Absurdamente, la buena era la n¨²mero uno. O este ¨²ltimo, mortal de necesidad: "El valenciano es la misma lengua m¨ªtica que el catal¨¢n: 1) S¨ª; 2) No; 3) NS/NC. Por supuesto, lo prudente era no pasarse de listo y contestar la n¨²mero tres. La segunda prueba tuvo que ver con los mitos gastron¨®micos del mundo. Ante una mesa repleta de condimentos, los aspirantes se vieron en la tesitura de aderezar un plato de arroz hervido para lograr evocar el sabor de la paella o el del arroz al curry o el del risotto o el del arroz tres delicias, etc. Se las apa?aron bastante bien salvo, curiosamente, en el caso de la paella. Y es que, aunque ellos y ellas se empe?aban en echarle garrof¨®, conejo, caracoles y todo eso, el organizador, un simp¨¢tico cocinero de Kansas llamado You, insisti¨® en que lo que la paella est¨¢ pidiendo a gritos es mermelada de grosella. ?Ah, el american way of life! ?Cu¨¢nto nos queda por aprender! La tercera prueba se dedic¨® a arte m¨ªtico. Consist¨ªa en saber diferenciar ante sendas diapositivas: a) entre las pinturas de la Valltorta y un grafitti de una zona de marcha; b) entre L"Hemisf¨¨ric de la Ciutat de les Arts i de les Ci¨¨ncies y un botijo de cer¨¢mica de Manises; c) entre los asistentes a una sesi¨®n ordinaria de las Cortes Valencianas y los alumnos de una optativa sobre Ling¨¹¨ªstica cauc¨¢sica impartida un viernes a las ocho de la tarde. Esta ¨²ltima fue, desde luego, la m¨¢s dif¨ªcil; s¨®lo la acertaron los que se dieron cuenta de que las sesiones de las Cortes se suelen celebrar de d¨ªa. Por lo dem¨¢s, los asistentes brillaban por su ausencia en ambos foros. La ¨²ltima prueba y definitiva, cuando ya quedaban muy pocos candidatos, era m¨¢s delicada, porque se aplicaba a mitos hist¨®ricos valencianos y, adem¨¢s de requerir cierta erudici¨®n, obligaba a los aspirantes a retratarse, pidi¨¦ndoles su opini¨®n. Consisti¨® en varias preguntas de pega que hab¨ªa que contestar por escrito. As¨ª, cuando se les pidi¨® su parecer sobre el significado m¨ªtico que podr¨ªa atribuirse al murci¨¦lago que corona el escudo de Valencia, hubo quien se perdi¨® en disquisiciones acerca del animalillo que revoloteaba por el campamento del rey Jaume I la v¨ªspera de la toma de la ciudad y todas esas cosas. Craso error. En Terra M¨ªtica lo rat penat simbolizar¨¢ a Batman y a la lucha contra el mal. Espero que con estas indicaciones, todo vaya mejor en el futuro. Por si acaso, mi departamento ya est¨¢ pensando en organizar un master titulado De mitos y tierras (?o era de De tierras y mitos?). Para que luego digan que la Universidad no est¨¢ a la que salta y que no sabe encarar los retos del nuevo milenio.
?ngel L¨®pez Garc¨ªa-Molins es catedr¨¢tico de Teor¨ªa de los Lenguajes de la Universidad de Valencia. angel.lopez@uv.es
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