Con las mejores intenciones
Desde el fin de la guerra fr¨ªa, la comunidad internacional -con Estados Unidos a la cabeza- ha crecido en su intervencionismo, militar y diplom¨¢tico. Pero si esta tendencia resulta justificable, no deja de tener aspectos oscuros e indeseables. A menudo estas intervenciones se hacen mal o llegan tarde, y en el camino, por falta de previsi¨®n o de prevenci¨®n, pese a sus mejores intenciones, generan sufrimiento entre aquellos a los que se pretende ayudar. Este mundo est¨¢ ganando en capacidad de intervenci¨®n, pero carece a¨²n de los instrumentos, institucionales y otros, necesarios para resolver las situaciones antes de que se degraden; incluso para anticiparlas.El caso de Timor Oriental puede ser paradigm¨¢tico a este respecto. La ONU impulsa y organiza la celebraci¨®n de un refer¨¦ndum sobre la independencia de Indonesia de la antigua colonia portuguesa. Y cuando llega el resultado -contrario a las tesis de Yakarta- ocurre lo que se tem¨ªa: las milicias proindonesias se dedican a aterrorizar, asesinar, o echar a la poblaci¨®n, sin que la ONU hubiese tomado las medidas de seguridad necesarias para evitarlo, confiando en que lo har¨ªa el Ej¨¦rcito indonesio, que era parte de la ecuaci¨®n. Llega tarde la fuerza multinacional a desfacer el entuerto. Pues mucho da?o se ha hecho ya. En Kosovo ocurri¨® algo semejante, aunque son casos diferentes. La intervenci¨®n de la OTAN provoc¨® en un primer momento la aceleraci¨®n de la limpieza ¨¦tnica de ese territorio, sin que se hubieran tomado medidas al respecto. El principio de esa intervenci¨®n, llegado ese momento, estuvo plenamente justificado, sin entrar por ello en la importante cuesti¨®n de su no legitimaci¨®n por el Consejo de Seguridad. Pero a¨²n cabe pensar que, con otra pol¨ªtica, se hubiera podido evitar. Lo mismo que la guerra del Golfo, si Irak no se hubiera convencido de que pod¨ªa impunemente invadir Kuwait.
Contando s¨®lo las operaciones avaladas o dirigidas por la ONU, en los 40 a?os de la guerra fr¨ªa, de 1948 a 1989, se dieron 15 de estas intervenciones militares. En los diez a?os desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, m¨¢s de 30. Es verdad que el fin de la guerra fr¨ªa ha servido para revitalizar a la ONU y su Consejo de Seguridad. Pero tras un primer momento, las operaciones de las Naciones Unidas (dirigidas por ella) han dejado paso a operaciones multinacionales, con un mandato (si acaso) del Consejo de Seguridad, como en Timor. La ONU no puede ya asumir estas misiones, por falta de medios, de acuerdo y de eficacia de mando. Otros elementos alimentan tambi¨¦n este nuevo intervencionismo, como el creciente impacto, en estos mismos a?os, de los medios de comunicaci¨®n, eso que se ha venido a llamar el efecto CNN, estrechamente vinculado al desarrollo del concepto de derecho o deber de injerencia por razones humanitarias.
Ahora bien, las razones humanitarias, indica el brit¨¢nico Adam Roberts, a menudo sirven de gu¨ªa para buscar una salida a situaciones que se han envenenado por falta de medidas preventivas. Y ello es as¨ª porque, a menudo, "a los Estados les resulta m¨¢s f¨¢cil ponerse de acuerdo sobre una acci¨®n humanitaria imparcial que decidir una pol¨ªtica sustancial para resolver el conflicto". En estos casos se interviene despu¨¦s, porque no hay acuerdo antes, lo que no mejora la tasa de ¨¦xito.
Evidentemente, este nuevo intervencionismo puede tener un efecto disuasorio para otros conflictos, del mismo modo que esa otra dimensi¨®n del problema, que ser¨¢ la Corte Penal Internacional, tambi¨¦n busca un efecto similar, y no s¨®lo a posteriori. Estar¨ªan tambi¨¦n los efectos no previstos de cualquier intervenci¨®n militarmente simplificadora en conflictos especialmente complejos porque en su mayor¨ªa son guerras civiles. Pero incluso sin tales consideraciones cabe apreciar que este nuevo intervencionismo est¨¢ llevando a situaciones que no se podr¨¢n multiplicar sin l¨ªmite: pues donde ha tenido ¨¦xito la intervenci¨®n o misi¨®n de paz -en el Golfo, Bosnia, Kosovo o, previsiblemente, ahora en Timor- las fuerzas internacionales se han tenido que quedar mucho tiempo despu¨¦s para garantizar la paz. ?Hasta cu¨¢ndo? ?Hasta d¨®nde?
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