Los textos de Rosa Reg¨¢s y Rosa Montero llegan al escenario
La obra que se estrena hoy en el teatro Alfil lleva por t¨ªtulo S¨®lo los peces muertos siguen en curso de los r¨ªos. Dice el director del montaje, Jes¨²s Cracio, que es porque en la vida hay que ir, o al menos intentarlo, en contra de la corriente y porque el espect¨¢culo est¨¢ dedicado a todos los que saben decir que no. Para hablar de c¨®mo salir del "caos borreguil", Cracio ha seleccionado textos suyos y de Rosa Montero, Rosa Reg¨¢s, Slawomir Mr?zek, y ha creado una comedia protagonizada por cuatro mujeres, hermanas en la ficci¨®n.
Solo los peces muertos siguen el curso de los r¨ªos re¨²ne en el escenario a cuatro hermanas, cuatro mujeres de vidas muy distintas a las que dan vida en el escenario Ana Wagener, Beatriz Bergam¨ªn, Elena Gonz¨¢lez y Lidia Ot¨®n. Encarnan a la publicista, la actriz, el ama de casa que es dudosamente feliz casada y la que anda enganchada con alcohol y coca¨ªna. Entran en el escenario al ritmo de un animado baile, cantan y luego comienza la acci¨®n. "Es una obra que habla sobre los devenires del alma humana en 1999. De cosas que todo el mundo entiende porque nos pasan todos los d¨ªas. Pero que nadie piense que es una funci¨®n intelectual, est¨¢ hecha con mucho humor", declara el director.Hace dos temporadas, Jes¨²s Cracio estren¨® Los domingos matan m¨¢s hombres que las bombas. Tambi¨¦n era un montaje creado con textos de varios escritores y tambi¨¦n se trataban, siempre con un gran sentido del humor, cuestiones actuales que preocupan a todo el mundo. "Mi idea cuando hago teatro es divertirme al tiempo que hago pensar. Persigo el compromiso social y el compromiso art¨ªstico usando el teatro como herramienta l¨²dica del pensamiento. No quiero espectadores que se sienten en la butaca a hacer la digesti¨®n", declara Cracio, que tambi¨¦n explica la raz¨®n por la que recurre a textos no teatrales para sus obras. "Busco un teatro inmediato, que hable de ahora y de hoy. Los textos de teatro carecen de esa inmediatez porque transcurre mucho tiempo desde que se escribe la obra hasta que llega al p¨²blico", mantiene Cracio. Cuando se le ocurre una idea para un montaje, explica este director, se dedica a leer distintos textos y selecciona aquellos que le puedan servir para su obra. Otras veces, escribe ¨¦l mismo lo que necesita.
Por otra parte, el teatro de la Abad¨ªa acoge estos d¨ªas un montaje del Teatro Nacional Chileno, una s¨®lida compa?¨ªa con 58 a?os de existencia, la m¨¢s antigua de este pa¨ªs sudamericano. La trayectoria profesional de este grupo tan s¨®lo se interrumpi¨® durante la dictadura militar, cuando sus miembros fueron expusaldos del pa¨ªs. Y es que desde su creaci¨®n han pasado por sus filas los m¨¢s arriesgados autores, directores y actores chilenos. El Teatro Nacional de Chile llega a Madrid con un montaje de August Strindberg, Jugar con fuego, dirigido por el sueco Staffan Valdemar Hom, que trata sobre las relaciones de pareja. En la obra se plantea un conflicto amoroso entre tres personas dentro de una familia convencional. "Es una obra muy r¨¢pida. Todo sucede en tiempo real, en los 75 minutos de funci¨®n. Se plantean en ella cuestiones que no dejan indiferente a nadie. Es una comedia er¨®tica", declara Fernando Gonz¨¢lez Mardones, director de esta compa?¨ªa, cuyo repertorio recorre m¨¢s de 200 t¨ªtulos de autores tanto cl¨¢sicos como contempor¨¢neos.
La llegada del Teatro Nacional de Chile a la Abad¨ªa, que dirige Jos¨¦ Luis G¨®mez, responde al deseo de acoger en este centro formaciones que tengan cierta afinidad en su manera de plantear el teatro, tal y como indic¨® G¨®mez.
S¨®lo los peces muertos siguen el curso de los r¨ªos en el teatro Alfil (Pez, 10. Metro Noviciado) del 23 de septiembre hasta noviembre. Horarios en cartelera. Precio: 2.000 pesetas. Jugar con fuego en La Abad¨ªa (Fern¨¢ndez de los R¨ªos, 42. Metro Quevedo) hasta el 17 de octubre. Horarios en cartelera. Precio: 2.600 pesetas.
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