El baile de disfraces
A quienes pedimos desde hace a?os una reflexi¨®n conjunta hispano-marroqu¨ª sobre el futuro de nuestras llamadas plazas de soberan¨ªa, lo acaecido en Ceuta y Melilla en los ¨²ltimos meses ven¨ªa cantado. Todo era previsible y s¨®lo la ceguera del PSOE y el PP, enzarzados a¨²n en disputas est¨¦riles y acusaciones agrias "en las afueras de la realidad" (la frase es de Octavio Paz), les ha impedido afrontar los problemas de lo que se est¨¢ convirtiendo en un doble y amenazador polvor¨ªn: en primer lugar, para el sistema constitucional de Espa?a y, de rebote, para la econom¨ªa deprimida del norte de Marruecos, especialmente en la ciudad sin ley de Nador. Hablar de programas pol¨ªticos o de diferencias confesionales, como suelo leer en la prensa tocante a los tr¨¢nsfugas socialistas o el "musulm¨¢n Aberch¨¢n", es marrar el blanco. En Ceuta y Melilla las etiquetas pol¨ªticas o religiosas de los mandatarios no significan nada. Un corrupto es un corrupto, ya sea del PSOE o del PP, cristiano o musulm¨¢n, y lo mismo puede decirse de los mafiosos y narcotraficantes que all¨ª tanto abundan. Sus intereses e identidades reales se sit¨²an en un campo que borra cualquier diferencia en la pr¨¢ctica del tr¨¢fico y la arrebati?a. Las dos plazas de soberan¨ªa (la de latrocinio a gran escala) viven o del contrabando legal (la venta de toda clase de bienes y productos a las decenas de millares de marroqu¨ªes temporalmente deseables que se abastecen a diario de ellas), o del blanqueo del dinero procedente de la droga, el trapicheo de seres humanos y, sobre todo, de los poco misteriosos capitales de la mafia instalada en la Costa del Sol (que es el que m¨¢s calienta). Si el volumen de las operaciones de compra y venta de divisas durante el a?o 1997 representaba en Ceuta el 1,25% del total nacional, en Melilla alcanzaba nada menos que el 10,42% de ¨¦ste (?por delante de Madrid y Barcelona!), seg¨²n un informe del Ministerio del Interior, elaborado por especialistas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, al que ya me refer¨ª en otras ocasiones (La ciudad de los prodigios, EL PA?S, 27 de febrero de 1999). Con la victoria del GIL, gracias al temple heroico de "la nueva Agustina de Arag¨®n", Ceuta dispone ya de los mecanismos financieros y administrativos aptos para afianzar y aun superar los milagros de la Comunidad Aut¨®noma de Melilla ("aqu¨ª se lava m¨¢s blanco", como dijo Jean Ziegler de Suiza). Ser¨¢, por la gracia de don Jes¨²s, un para¨ªso fiscal de ensue?o: con casino, aeropuerto sobre el mar, triple vallado impermeabilizador, ediles y funcionarios que saben cerrar los ojos cuando ello redunda en su provecho y mantenerlos bien abiertos para aislar en sus guetos a sus compatriotas "ind¨ªgenas".Dado este conjunto de circunstancias, la operaci¨®n de desembarco del GIL -con su elenco de candidatos avezados en la mercadotecnia y estilo llano y directo de su jefe m¨¢ximo- ten¨ªa garantizado el triunfo en un electorado que vive todav¨ªa en la atm¨®sfera patri¨®tica-militar de la ¨¦poca colonial y sabe que su medio de existencia tradicional -el comercio con el temido entorno africano- concluir¨¢ el a?o 2010, al entrar en vigor el tratado de libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas (?pero no de personas!) entre la Uni¨®n Europea y Marruecos. La inquietud por el futuro -manifiesta en el n¨²mero creciente de inversiones inmobiliarias y financieras de melillenses y ceut¨ªes en la otra orilla del Estrecho- explica as¨ª la r¨¢pida difusi¨®n del mensaje de la televisi¨®n de Marbella ad majorem Gili gloriam. Nada de politiquer¨ªas: ?directo al grano! ?Enriquecerse como sea durante este periodo de 10 a?os, sentar las bases de un ed¨¦n financiero similar a los de Gibraltar, Antigua, Barbuda o las islas anglonormandas!
El GIL ha arrasado y arrasar¨¢. Su m¨¦rito es el de hablar fuerte y claro. Objetivo inmediato: control de la pasta y reparto del pastel. El dinero no tiene olor -ya venga de Rusia, Colombia o de los otros pa¨ªses en donde campa la mafia-. Pero ello no significa que los ceut¨ªes y melillenses aprovechados hayan perdido del todo el sentido del olfato. Muy al contrario: lo conservan amorosamente. Como dijo Antonio Sampietro, presidente de la Comunidad Aut¨®noma de Ceuta, el nuevo jefe de Seguridad de la ciudad -un ex alto oficial del Tercio de la Legi¨®n- liberar¨¢ a su electorado de la molesta inmediatez de los ni?os marroqu¨ªes sin familia a los que aqu¨¦llos denominan, seg¨²n ¨¦l, las mofetas; esto es, personas que despiden mal olor. Mientras el dinero sin olor llegar¨¢ , GIL mediante, a esclusas abiertas (tal es la baza electoral de don Jes¨²s), los nuevos per¨ªmetros de seguridad con un coste total de ocho mil millones de pesetas tratar¨¢n de impedir con tres vallas, taludes y alambradas la entrada de chiquillos malolientes. Blanqueo as¨ª por partida doble: de capitales sin olor y de mofetas indeseables y hediondas. La "filosof¨ªa pol¨ªtica" del GIL no puede ser m¨¢s expl¨ªcita y su electorado lo sabe. Por ello tiene asegurado el triunfo a corto plazo y el transfuguismo a la orden del d¨ªa ganar¨¢ muchos adeptos.
La pol¨ªtica en Ceuta y Melilla es a la vez un baile de disfraces y una almoneda de servicios. El mejor postor gana. Asombrarse de alianzas contra natura como la frustrada del "musulm¨¢n Aberch¨¢n" con los ediles de Cris Lozano es condenarse a no entender lo que ocurre. Las m¨¢scaras caen y son sustituidas por otras. Lo que cuenta es el reparto del bot¨ªn presupuestario y de las mejores prebendas. A veces da la impresi¨®n de que algunos porf¨ªan en venderse. Personalmente no veo diferencias entre "socialistas", peones en su d¨ªa de Barrionuevo y que pactan hoy con quien sea, y quienes preconizan la uni¨®n hipost¨¢tica del cargo pol¨ªtico y los negocios, como los ap¨®stoles de Jes¨²s Gil. Tan s¨®lo unos dicen en voz alta lo que otros practican en silencio.
Las peripecias de la nueva Agustina de Arag¨®n (n¨¦e Berm¨²dez), sus dudas hamletianas (entre el socialismo-de-toda-la-vida y el nuevo evangelio del GIL), la conversi¨®n paulina al ¨²ltimo camino de Marbella (tocada quiz¨¢ por la gracia de la Virgen del Carmen sacada en procesi¨®n mar¨ªtima desde puerto Ban¨²s para que le diera el aire), sus Aves y paseos meditativos por Eurodisney, la reaparici¨®n en Ceuta rodeada de Santos ?ngeles de la Guarda, los v¨ªtores del pueblo a la nueva Susana, el hero¨ªsmo y fortaleza de quien se siente "de puto bien" pese a tanta faramalla y ajetreo, componen uno de los mejores episodios valleinclanescos de la historia contempor¨¢nea de Espa?a. Voz del pueblo, voz del cielo, dice el refr¨¢n. La nueva Agustina de Arag¨®n, aureolada con la tambi¨¦n ejemplar conversi¨®n de su padre y marido, promover¨¢ en adelante la cultura de Ceuta y la enhestar¨¢ a unas alturas dif¨ªcilmente imaginables. ?Hasta me entran ganas de irme a escribir all¨ª!
Juan Goytisolo es escritor.
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