La salud
Dogma es el nombre de un movimiento de cineastas europeos que se ha propuesto volver al rodaje sin complejidad t¨¦cnica, a la iluminaci¨®n sin ayuda artificial y a los actores, incluso, sin escuela. Es, en versi¨®n cinematogr¨¢fica, lo que la comida org¨¢nica a la comida transg¨¦nica o lo que la arquitectura ecol¨®gica a la construcci¨®n high tech.Por casi cualquier actividad, aparece un movimiento de vindicaci¨®n naturalista, un rechazo de la civilizaci¨®n seg¨²n han ido marchando las cosas y un requerimiento de los or¨ªgenes con la marca de autenticidad. Los a?os ochenta fueron t¨®xicos, est¨¦ticos y neobarrocos, pero el siglo agota la ¨²ltima d¨¦cada con una vocaci¨®n ¨¦tica identificada a la austeridad. Contra los excesos del gasto, los grupos anticonsumo; contra la multiplicaci¨®n de los anuncios, las asociaciones antipublicidad; contra la ocupaci¨®n de las ciudades por el autom¨®vil, los d¨ªas de la bicicleta, los patines y los taxis de tracci¨®n animal. Unas cincuenta ciudades holandesas, 66 francesas y 92 italianas han celebrado esta semana una nueva jornada contra el coche, cuya producci¨®n anual en los pa¨ªses desarrollados parece haber alcanzado un tope insuperable desde hace dos a?os. ?Signo final de un modelo de crecimiento? ?Principio de un bullicio, diverso y ut¨®pico, frente a las maneras de vivir, de pensar, de creer, de hacer el amor o de pasar el rato? Dentro de la producci¨®n intelectual de los noventa apenas hay pron¨®sticos entusiastas, pero ha crecido la leve esperanza de un Renacimiento en las artes y en las letras, en el trabajo y en los juegos, en los esfuerzos conjuntos por reordenar el mundo de manera m¨¢s cabal. La cualidad de la vida que se solicita est¨¢ relacionada no s¨®lo con la sustituci¨®n del estr¨¦s por el sosiego, de la obesidad por el fitness, de la droga por los zumos o de la comida basura por la alimentaci¨®n integral. Tambi¨¦n aparece la demanda de calidad en el cine y en el v¨ªdeo, en los peri¨®dicos, los libros o la televisi¨®n. Cansados de una oferta valorada en n¨²mero de horas y ejemplares, el cliente del siglo XXI aspira a la tranquilidad del uno a uno, de lo bueno y poco a poco; con el prop¨®sito, al menos, de morirse l¨²cido y m¨¢s sano al hilo de la respiraci¨®n del mar.
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