El mito del tama?o

Nadie como el paleont¨®logo Jos¨¦ Luis Sanz, autor de un libro sobre la mitolog¨ªa de los dinosaurios (Taurus), para enjuiciar la aparente paradoja popular entre el tama?o de los dinosaurios y sus huevos. "Bueno, de entrada hay que recordar que ya a la gente le cuesta entender que tambi¨¦n hay dinosaurios peque?os, mucha variedad de ellos, y que tan dinosaurio es el que tiene las dimensiones de una casa como el del tama?o de un pollo", se?ala el estudioso."La mitolog¨ªa popular deforma los huevos de dinosaurio tanto como las fuerzas geol¨®gicas; establece una proporcionalidad falsa entre el tama?o de los adultos y el de los huevos: si el diplodocus mide tanto, su huevo ha de ser a escala, un huevo enorme. Filmes como Cavern¨ªcola en los que aparecen huevos desmesurados en los que cabe un hombre han contribuido a asentar esa idea. El caso es que hay una gran variedad: desde los m¨¢s peque?os, que tienen el tama?o de un huevo de pato, hasta los de 30 o 40 cent¨ªmetros de alto".

Como uno de los investigadores en el rico yacimiento de Bastur, Sanz recalca que se trataba de un lugar de puesta habitual. La especie no ha podido ser a¨²n determinada con seguridad, pues no se ha encontrado por ahora ning¨²n embri¨®n; pero se cree, por las caracter¨ªsticas de los huevos, que se trata de saur¨®podos, quiz¨¢ titanosaurios. "?se es el problema para todos, encontrar embriones", lamenta el paleont¨®logo. Un hallazgo de embriones podr¨ªa ser el empuje decisivo para convertir el yacimiento y todo el ¨¢rea de f¨®siles de Isona y la cuenca de Tremp en el Atapuerca de los dinosaurios.

El paleont¨®logo espa?ol es un firme defensor de la teor¨ªa de que los dinosaurios evolucionaron para convertirse en aves. Expresado de manera po¨¦tica: "Los dinosaurios pasaron al cielo despu¨¦s de reinar sobre la tierra. Fueron de alguna manera elegidos para la gloria".