Patente de 'metal'
Superada la capacidad del local, el p¨²blico soport¨® agobios e incomodidades desde el primer momento. Un asunto ¨¦ste del abarrotamiento que cre¨ªamos superado de tiempos peores en sentido organizativo. Hab¨ªa acomodaci¨®n de seguidores por pasillos y escaleras. Por fortuna, los seguidores se comportaron de manera excepcional, pese a los apretujones.Megadeth inici¨® su actuaci¨®n con Prince of darkness. El grupo norteamericano se muestra bastante renovado en Risk, su ¨²ltima obra discogr¨¢fica. Grupo fundamental en los a?os ochenta con el nacimiento de lo que se dio en llamar thrash metal, Dave Mustaine y los suyos han aguantado bien el paso del tiempo. El grupo empez¨® sonando con escasa definici¨®n, pero termin¨® arrancando la respuesta de la amontonada audiencia. Despu¨¦s de 45 intensos minutos, el cuarteto acab¨® saludando y emocionado. Evidentemente, el trato del p¨²blico fue m¨¢s all¨¢ del habitual a un grupo invitado.
Iron Maiden
Bruce Dickinson (voz), Steve Harris (bajo), Dave Murray (guitarra), Adrian Smith (guitarra), Janick Gers (guitarra), Nicko McBrain (bater¨ªa). Plaza de toros La Cubierta de Legan¨¦s, 26 de septiembre. Entrada: 4.000 pesetas. Unos 11.000 espectadores.
La actual gira de Iron Maiden es la de la reconciliaci¨®n. Hace seis a?os que Bruce Dickinson parti¨® hacia una carrera en solitario alejada de los r¨ªgidos patrones del heavy metal. Y lo intent¨®, pero finalmente tuvo que recurrir a sus ra¨ªces metaleras. La propuesta de Steve Harris fue aceptada por un vocalista necesitado de revivir las giras mastod¨®nticas de antes. Tambi¨¦n regresa Adrian Smith, con lo que Iron Maiden se presenta como sexteto. El grupo brit¨¢nico marc¨® toda una ¨¦poca en la d¨¦cada anterior. Fue, sin duda, el grupo de rock duro que m¨¢s logros consigui¨® entonces. En los ¨²ltimos tiempos, con el discutido Blaze Bayley a la voz, el grupo mantuvo su legi¨®n de fans, pero no tanto sus resultados art¨ªsticos.
Descarga
Un v¨ªdeo inicial de las correr¨ªas cibern¨¦ticas de Eddie, una mascota m¨¢s infantil que infernal, abri¨® la velada. Aces high dio comienzo a la descarga ante una masa enfervorizada. La engrasada m¨¢quina de Maiden puso el resto. No en vano son veinte a?os de interminables viajes por todo el planeta. El ataque a tres guitarras result¨® la novedad del actual tour. En sus primeros cuarenta, los componentes de la banda responden favorablemente a las exigencias de unos conciertos de una esencial entrega f¨ªsica. Vamos, que est¨¢n en forma.
Podr¨¢ pensarse que su reuni¨®n obedece a intereses econ¨®micos. Bien es cierto que Iron Maiden es una de las empresas m¨¢s rentables y competitivas del mundo musical, si se nos permite entrar en terrenos financieros. Igual verdad es que la banda sabe montar canciones veloces, duras y con vertiginosos cambios de ritmo. Es metal que con el tiempo se ha convertido en cl¨¢sico, ya que otras formas dentro del g¨¦nero lo han relegado a un segundo plano. Tal vez la vuelta de viejos leones como ellos permita revivir los tiempos de anta?o. Por lo pronto, la gira ha significado un evidente ¨¦xito, mientras se esperan con deseo sus andaduras musicales para el a?o 2000.
La influencia del grupo llega hasta nuestros d¨ªas. El metal europeo rinde pleites¨ªa a un grupo que supo dotar a su m¨²sica de una personalidad imborrable. No hay m¨¢s que escuchar discos como The number of the beast, Piece of mind o Powerslave, quiz¨¢ su trilog¨ªa de oro. Recientemente, una nutrida representaci¨®n de grupos nacionales ha rendido un merecido tributo a la formaci¨®n inglesa. Y en la mayor¨ªa de los casos se trata de bandas muy j¨®venes, cuya adolescencia estuvo marcada por discos como los citados antes.
As¨ª las cosas, Iron Maiden recibe nuevos impulsos juveniles para un futuro que se presenta lejos del estancamiento. Aunque se considere que el estilo toc¨® techo hace tiempo, en noches como ¨¦sta se demuestra que el p¨²blico no olvida a los grandes nombres.
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