Los rastros de un empleado de seguros
Pocos a?os despu¨¦s de la II Guerra Mundial, Klaus Wagenbach trabajaba asalariado en una editorial berlinesa (actualmente dirige otra que lleva su nombre) cuando cayeron en sus manos unos libros con las versiones de las novelas de Kafka en ingl¨¦s. "El d¨ªa de 1950 en que le¨ª la frase inaugural de El proceso, que dice: "Alguien deb¨ªa de haber calumniado a Josef K, porque sin haber hecho nada malo, fue detenido una ma?ana", me di cuenta de que ten¨ªa algo especial entre las manos, me llev¨¦ los libros a casa, algo que estaba prohibido, y qued¨¦ prendado para siempre", record¨® ayer el editor.En aquellos a?os, y favorecidos por la lectura surrealista francesa, los editores en Alemania optaban por una interpretaci¨®n de la literatura de Kafka "despersonalizada, abstracta, casi m¨ªstica". Esa lectura era muy ¨²til, afirm¨® Wagenbach, "para muchos editores y cr¨ªticos nazis o filonazis porque no les reclamaba seguir los pasos de las cuestiones pol¨ªticas y sociales que formaron y deformaron su escritura". Entre esas cuestiones, una de las m¨¢s decisivas era el conocimiento de las estructuras econ¨®micas y las condiciones de trabajo de las clases baja y media en la ¨¦poca que Kafka, v¨¢stago de una acomodada familia burguesa, pose¨ªa gracias a su empleo, que sobrellevaba como una cruz. Wagenbach considera muy significativo el dato de que ya en 1908, cuatro a?os antes de empezar a redactar sus obras centrales, Kafka ingresara en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo del reino de Bohemia, de la Administraci¨®n austroh¨²ngara -el primero de su especie en Europa inspirado en el alem¨¢n- y como empleado en ¨¦l visitara repetidamente las f¨¢bricas en la industrializada zona norte de Bohemia. "Lleg¨® a conocer muy bien el mundo interior de las f¨¢bricas. Fue el ¨²nico escritor burgu¨¦s de su ¨¦poca que dispuso de conocimientos de esta ¨ªndole".
'Oswircim'
Para estudiar a Kafka en su ciudad, Wagenbach viaj¨® por primera vez a Praga en 1956. En los tiempos m¨¢s duros de la guerra fr¨ªa y de comunismo estalinista, "el nombre de Kafka no pod¨ªa ni siquiera pronunciarse. Busqu¨¦ sus expedientes en la compa?¨ªa de seguros, pero all¨ª no quedaba ning¨²n archivo. Trabaj¨¦ con el departamento del Ayuntamiento donde se conservan las fichas de los miembros de la comunidad jud¨ªa, para encontrar en ellas una y otra vez el mismo sello: Oswircim, es decir: Auschwitz". Finalmente encontr¨® lo que buscaba, el historial y los informes de Kafka para la compa?¨ªa aseguradora, en la sede central del sindicato, tras rellenar una ficha con los datos "Franz Kafka, empleado desde 1908 hasta 1924".
Wagenbach pronunciar¨¢ hoy en la Casa de la Caritat de Barcelona una conferencia sobre La Praga de Kafka.
Babelia
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