Ninguna menci¨®n a la homosexualidad en las normas espa?olas

Desde que desaparecieron los llamados tribunales de honor, al inicio de la transici¨®n democr¨¢tica, la inclinaci¨®n sexual ha dejado de ser un elemento relevante para pertenecer a las Fuerzas Armadas. La virilidad, como el valor, se les supone a los militares espa?oles.No hay, en las numerosas leyes, reglamentos y ¨®rdenes que regulan hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle del funcionamiento de los ej¨¦rcitos una sola menci¨®n a la homosexualidad. Al menos, de forma expresa.

La ley disciplinaria tipifica como falta grave, castigada con hasta dos meses de arresto, "mantener relaciones sexuales en acuartelamientos, bases, buques, aeronaves y dem¨¢s establecimientos militares cuando, por la forma y circunstancias en que se lleven a cabo, o por su trascendencia, atenten contra la dignidad militar".

Qu¨¦ sea eso de la dignidad militar queda a la libre interpretaci¨®n de los mandos militares que sancionan y de los tribunales, tambi¨¦n militares, que resuelven los recursos contra las sanciones. Hasta ahora, se deduc¨ªa de la jurisprudencia que el acto homosexual, practicado dentro del cuartel, atentaba contra la dignidad militar m¨¢s que el heterosexual. CiU introdujo, en la reforma de la ley disciplinaria aprobada en 1998, el matiz de que el acto sexual resultar¨ªa sancionable "por la forma y circunstancias en que se lleve a cabo o por su trascendencia", lo que no figuraba en la ley de 1985, aunque no parece que la precisi¨®n aclare demasiado.

M¨¢s preciso es el cuadro m¨¦dico para ingresar en las Fuerzas Armadas, como profesional o soldado de reemplazo, que con su pormenorizada descripci¨®n de requisitos anat¨®micos, excluye a los transexuales.