El paciente a quien se trasplant¨® una mano en Ly¨®n ya puede escribir y conducir una moto

Un a?o despu¨¦s de que se le implantaran una mano y un antebrazo derechos nuevos en una operaci¨®n de trasplante en Lyon, Francia, el australiano Clint Hallam tiene una capacidad de agarre suficiente como para conducir una moto e incluso escribir con un bol¨ªgrafo. Despu¨¦s del trasplante experimental realizado el 23 de septiembre de 1998, muchos m¨¦dicos predijeron el fracaso, alegando que un cuerpo rechazar¨ªa la combinaci¨®n de piel y docenas de m¨²sculos, tendones, nervios y vasos sangu¨ªneos del brazo del donante. A?ad¨ªan que aunque se aceptaran los tejidos extra?os, el brazo de Hallam no podr¨ªa activar nervios que hab¨ªan resultado seccionados en un accidente en la c¨¢rcel sucedido 14 a?os antes, y que el nuevo brazo iba a ser un mu?¨®n inerte.Pero se ha producido una regeneraci¨®n sustancial de los nervios, se esperan nuevos avances en un periodo de tres meses y Hallam, de 49 a?os, no ha experimentado ninguna reacci¨®n de rechazo significativa, seg¨²n Earl Owen, el cirujano de manos de Sydney, Australia, que dirigi¨® el equipo que realiz¨® el trasplante.

La nueva mano de Hallam tiene aproximadamente el 25% de la fuerza prensil normal y la fuerza de sujeci¨®n combinada de su ¨ªndice y su pulgar es buena, seg¨²n Owen, aunque el paciente no es nada disciplinado y con frecuencia no sigue todas las recomendaciones de los m¨¦dicos.

Los buenos resultados han sido corroborados en un nuevo trasplante realizado en enero por un equipo de Louisville, Kentucky, a Mathew David Scott. El paciente puede ya flexionar los dedos y la mano para coger y soltar objetos, puede abrir puertas y conducir un coche. Y tambi¨¦n es capaz de sentir calor, fr¨ªo y otras sensaciones en buena parte de su nueva mano izquierda.