Joan Lerma
JOSEP TORRENT Dieciocho a?os en la secretar¨ªa general del PSPV-PSOE y doce al frente de la presidencia de la Generalitat no bastan como aval suficiente para quienes, cual picapedreros, se han aprestado a demoler la trayectoria pol¨ªtica de Joan Lerma, aprovechando su ca¨ªda en desgracia dentro de su partido. Probablemente no les falte raz¨®n a aquellos que dan tan grandes lanzadas a moro muerto. Tanto poder ejercido durante tanto tiempo propicia, sin duda, innumerables meteduras de pata; pero ya que han sido ampliamente difundidas, me ahorrar¨¦ el esfuerzo de volver sobre ellas. Pero de ah¨ª a responsabilizar exclusivamente a Lerma de, poco menos, la muerte de Manolete media un abismo. Al ex secretario general del PSPV se le acusa -ahora, Dios santo- de dise?ar un modelo de partido incapaz de soportar la traves¨ªa del desierto de la oposici¨®n, como si todos los que pululaban a su sombra (vicesecretarios, consejeros, portavoces del grupo parlamentario, am¨¦n de innumerables reyezuelos de taifa) fueran esp¨ªritus puros que nunca se mancharon las manos con el esti¨¦rcol de la organizaci¨®n. Como si el modelo de los socialistas valencianos difiriera sustancialmente del que existe en el resto del PSOE. El cursi de Alejandro Font de Mora dir¨ªa que la crisis del PSPV es el epifen¨®meno del desastre subyacente que le espera al PSOE tras las pr¨®ximas elecciones generales. Por el mismo precio, tambi¨¦n le pueden echar el muerto a Lerma. Al ex presidente de la Generalitat se le hace la caridad de reconocerle la honradez en el ejercicio de su cargo; eso s¨ª, siempre muy de pasada y como una cosa menor. Sorprende tanta displicencia cuando la honradez, m¨¢s en los tiempos que corren, deber¨ªa ser un activo considerable para cualquier pol¨ªtico, un elemento inherente en un cargo p¨²blico. Pero acostumbrados al patio de Monipodio que es la pol¨ªtica, llena de p¨ªcaros, vivales, mercenarios y cantama?anas, el cinismo convierte a una persona honrada en una extravagancia a la que no cabe prestar mucha atenci¨®n. Del mismo modo que no parezca impresionante aquella no tan lejana gesti¨®n socialdem¨®crata que construy¨® escuelas, institutos y centros de salud por toda la Comunidad Valenciana, frente a la pol¨ªtica-espect¨¢culo de Terra M¨ªtica, AVE, ciudades de la luz, de la cultura y otras parafernalias que cuestan decenas de miles de millones mientras la escuela y la sanidad p¨²blicas languidecen por falta de dotaciones presupuestarias. Aquella grisura tan denostada ten¨ªa, al menos, una base ideol¨®gica que fue correspondida en tres convocatorias seguidas por la confianza de los electores. Detalle que, a menudo, se pasa por alto. Tal que si a Lerma le hubiese tocado la presidencia de la Generalitat en una rifa. Y es verdad que el otrora dirigente del PSPV nunca entendi¨® las relaciones con los medios de comunicaci¨®n, pero no lo es menos que jam¨¢s intent¨® alquilar o comprar un periodista y no fue por falta de medios y ocasiones. Simplemente no lo hizo. Otro dato que quienes trabajan en la demolici¨®n de la trayectoria pol¨ªtica de Lerma deber¨ªan tener en cuenta a la hora del balance.
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