El rector de Deusto pide apoyo para las universidades buenas, sean p¨²blicas o no
El rector de la Universidad de Deusto, Jos¨¦ Mar¨ªa Abrego, considera que cualquier universidad de calidad merece respaldo pol¨ªtico independientemente de si es p¨²blica o privada. Abrego abog¨® en el discurso de apertura del curso 1999-2000 de la universidad de los jesuitas, ayer en Bilbao, por "la superaci¨®n del binomio p¨²blico/privado por baremos de calidad". Y dio un tir¨®n de orejas, sin mencionar su nombre, a Pello Salaburu, su hom¨®logo de la universidad p¨²blica vasca.
El del rector Abrego es el ¨²ltimo de los reproches a Salaburu por decir, la semana pasada en el inicio del curso de la UPV, a los partidos nacionalistas que apoyar a la universidad p¨²blica es otra manera de contribuir a "construir" un pa¨ªs. La cr¨ªtica de Abrego fue sutil: "Todav¨ªa no acabo de comprender bien que desde la autonom¨ªa universitaria se invite a pol¨ªticos a considerar como propia tal o cual entidad por el hecho de que la subvencionen". El discurso de Salaburu ya levant¨® ampollas en el PSE. Su parlamentaria Isabel Cela¨¢ lo calific¨® de "ataque a la autonomia y al pluralismo" de la UPV. Deusto quiere que las autoridades educativas le tengan en cuenta. No en vano esta Universidad naci¨® hace 113 a?os. Abrego se encarg¨® de recordarlo en su intervenci¨®n. Tampoco perdi¨® la ocasi¨®n de recordar que, por tanto, "desde hace muchos a?os el sistema universitario vasco es mixto, con universidades p¨²blicas y no p¨²blicas y en la actualidad con alguna perfectamente privada", en referencia a la nacida hace tres a?os al amparo de Mondrag¨®n Corporaci¨®n Cooperativa (MCC). Abrego inst¨® a la consejer¨ªa de Educaci¨®n a dise?ar "una pol¨ªtica universitaria consensuada, definida y progresista". No obstante, tambi¨¦n reconoci¨® que cada una de las tres universidades debe "buscar su especificidad y las claves de su calidad" para defenderse en el competitivo panorama universitario. Arzalluz, em¨¦rito El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, no asisti¨® al acto, pero fue uno de los protagonistas. Fue homenajeado junto al resto de los profesores em¨¦ritos. Con 67 a?os, se ha jubilado de la actividad docente. Ya no dar¨¢ clase los lunes a las ocho de la ma?ana. Quien s¨ª estuvo fue el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe. Presidi¨® el acto con un discurso muy similar en el cap¨ªtulo acad¨¦mico al que hizo en la inauguraci¨®n del curso de la UPV. El presidente del Gobierno vasco reivindic¨® la necesidad de construir una sociedad "tolerante", "adaptada" a los trepidantes cambios del mundo, "formada" y "equilibrada" en t¨¦rminos de riqueza econ¨®mica. Para lograrlo ofreci¨® una f¨®rmula, que denomin¨® "delas tres ces". Es decir: calidad, compromiso con la formaci¨®n integral de las personas y cercan¨ªa entre la universidad y la sociedad en general. Tambi¨¦n asistieron el consejero de Educaci¨®n, Inaxio Oliveri, y los rectores Salaburu y Javier Retegui.
Descolgados por Internet
Internet es el camino para hacer realidad la aldea global, o sea convertir el mundo en un pueblecito donde todo est¨¦ a mano para todos, o para ensanchar a¨²n m¨¢s la ya enorme brecha que separa a los ricos de los pobres. Sobre este sugerente dilema gir¨® la lecci¨®n inaugural de la Universidad de Deusto, titulada Internet: ?una soluci¨®n para el Tercer Mundo? Que los pa¨ªses desarrrollados se vuelquen en invertir en telecomunicaciones en los pa¨ªses subdesarrollados es la ¨²nica manera de que la respuesta a esa pregunta deje de ser un rotundo no, seg¨²n plate¨® el profesor de Ingenier¨ªa Jes¨²s Sanz. Para este profesor los optimistas pecan de una "ingenuidad y una simpleza alarmantes". Ese "mar de informaci¨®n" que es Internet "no moja" ahora a 5.000 de los 6.000 millones de habitantes del mundo. Y est¨¢n lej¨ªsimos de que lo haga. Sanz ilustr¨® el panorama: la mitad de la poblaci¨®n mundial nunca ha hablado por tel¨¦fono, un m¨®dem cuesta en la India cuatro veces m¨¢s que en Europa, el 70% de los contenidos de Internet est¨¢n en ingl¨¦s (s¨®lo el 1,5% en castellano), algunos gobiernos restringen el acceso a la red. Y adem¨¢s, est¨¢ el analfabetismo. El riesgo es evidente: "Muchos pa¨ªses tras perder el tren de la sociedad posindustrial, pueden quedarse tambi¨¦n ahora fuera de la era de la informaci¨®n".
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