Un financiero a peque?a escala

Vicente vend¨ªa -y vende- a plazos los productos que ¨¦l compra al contado. El margen es peque?o. En muchos casos juega con el descuento que a ¨¦l le hacen en tiendas y almacenes. Vicente es como una especie de financiero a peque?a escala. Una familia, un suponer, necesita una cocina o una televisi¨®n, o unas mantas. Y todo est¨¢ tan dif¨ªcil... El sueldo es tan escaso y el trabajo tan inseguro... Vicente, entonces, compra lo que esa familia necesita. Y esa familia se lo paga por semanas -quinientas o mil, un suponer- o por meses -cinco mil o diez mil o m¨¢s, seg¨²n acuerden- hasta que la deuda queda saldada. Sin contratos, sin papeles. Sin informes bancarios previos. Con la palabra por delante.-?Y si alguien no le paga?

-Alguno hay. ?Pero es que acaso me pagar¨ªan mejor si tuviera alg¨²n papel firmado?

Hay gente que no paga. Que le da largas a Vicente. Que le dice que el chico se ha quedado sin trabajo o que han surgido nuevos gastos y que aguante hasta la paga extra, hasta que vengan mejores momentos. Y Vicente sabe cu¨¢ndo se trata de una persona que no puede y "no hay m¨¢s remedio que esperar" y cu¨¢ndo es alguien que le est¨¢ toreando.

Si Vicente, El Telero, quisiera podr¨ªa contar historias a manta. Y contar¨ªa c¨®mo los primeros de mes suda y corre por todo Madrid cobrando deudas, cerrando viejas cuentas, abriendo otras. Viendo de todo. Oyendo disculpas, recibiendo excusas, escuchando enfermedades, lamentos y qu¨¦ s¨¦ yo.

-Hasta luego, Vicente. A ver si el mes que viene se arregla todo, hombre.

-A ver si es verdad.