El pleno de la concordia

El primer pleno de envergadura de la nueva corporaci¨®n fue el de la concordia, como varios ediles repitieron a lo largo de la sesi¨®n. Incluso el alcalde, I?aki Azkuna, se mostr¨® p¨²blicamente abrumado por el consenso y el agradecimiento mutuo de los grupos. El ejemplo m¨¢s concreto fue la aprobaci¨®n de uno de los asuntos m¨¢s importantes, los impuestos, tasas y precios p¨²blicos para el a?o 2000. Salvo en el caso de la tarjeta de residentes de la OTA, donde el PP se opuso al no aprobarse una dr¨¢stica disminuci¨®n, y el billete del autob¨²s urbano, con el rechazo de EH e IU que ped¨ªan la congelaci¨®n, el resto de la veintena de impuestos y tasas propuestos se aprob¨® por unanimidad. La mayor¨ªa de ellos, como la gr¨²a, alcantarillado, recogida de basuras, el impuesto de bienes inmuebles o el de circulaci¨®n, subir¨¢ un 2%. Sin embargo, tras los acuerdos entre el equipo de gobierno y la oposici¨®n, se congelar¨¢ el precio de la tarjeta de OTA para residentes, el uso de los polideportivos para parados de larga duraci¨®n y jubilados, mientras que la tasa de licencia de obras se incrementar¨¢ un 2% para proyectos de m¨¢s de 50 millones. El autob¨²s urbano pasar¨¢ de 120 a 125, el billete diario, y de 700 a 715, el bonob¨²s. Otra muestra del buen entendimiento fue la retirada, por parte de EH, de una moci¨®n sobre las fugas en la red de agua a Bilbao tras convencerle las argumentaciones del concejal Juan Jos¨¦ Olabarria. Algo in¨¦dito cuatro meses atr¨¢s.