De la Casa de Campo
Hoy sabemos que la prostituci¨®n no "es ilegal", y cada uno puede hacer de su capa un sayo. Sin embargo, cuando el "comercio de la carne" produce altos beneficios, debe ser controlado como "negocio" por Hacienda. De este modo pueden y deben hacer declaraci¨®n de renta tanto los proxenetas como las prostitutas, llevar su revisi¨®n m¨¦dica diaria y las extranjeras su documentaci¨®n legal en regla para evitar su expulsi¨®n de Espa?a. Cumplidos estos requisitos, ?cu¨¢nto durar¨ªa el prost¨ªbulo de la Casa de Campo sin la protecci¨®n "progresista"? Es de agradecer que do?a Beatriz Elorriaga se haya dado cuenta (pero tarde) de que la Casa de Campo es (fue) "un espacio de ocio familiar donde acuden ni?os, y hay que proteger sus derechos, y no los de los traficantes de carne humana". La "legalidad" puede ejercerse a trav¨¦s de la prensa, que suponemos pagar¨¢n por ejercer "legalmente" y cumplir¨¢n todos los requisitos que marca la ley, "como negocio con carne humana".- . .
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