El antimunicipalismo de CiU JOAN RANGEL
Aunque no me guste mantener pol¨¦micas, y menos en los medios de comunicaci¨®n, la respuesta del se?or Jordi Rod¨® a un art¨ªculo del secretario de Pol¨ªtica Municipal del PSC y presidente de la Diputaci¨®n de Barcelona, Manuel Royes, no puede pasar sin contestarse, entre otras cosas porque falta descaradamente a la verdad cuando dice cosas como que "CiU ha vertebrado el municipalismo catal¨¢n o que es la fuerza m¨¢s municipalista de Catalu?a". Con su art¨ªculo, el se?or Rod¨® lo ¨²nico que hace es demostrar su mal perder y su enfado, as¨ª como el de su partido, ante la derrota de CiU en las pasadas elecciones municipales, ya que si alguna cosa qued¨® clara en estas elecciones es que el PSC volvi¨® a revalidar el gobierno de las principales ciudades y pueblos de Catalu?a, donde se concentra el 70% de la poblaci¨®n, a la vez que consigui¨® un incremento muy significativo de votos y alcald¨ªas en municipios y territorios que tradicionalmente hab¨ªan sido feudos de CiU. Quiero contestar al se?or Rod¨® con educaci¨®n y sin el tono que ¨¦l emple¨® en su respuesta. Y quiero sacarle de dudas dici¨¦ndole que es verdad que una buena parte del cambio en el Gobierno de la Generalitat, que preconiza la candidatura de Pasqual Maragall y el PSC, se tiene que basar en la tarea desarrollada por los socialistas catalanes en los principales municipios de Catalu?a durante los ¨²ltimos 20 a?os.
No es ning¨²n secreto para nadie, y tampoco lo tiene que ser para el se?or Rod¨® y su partido, que Catalu?a ha avanzado en estos 20 a?os gracias en gran medida a la labor realizada por los ayuntamientos, sobre todo por los ayuntamientos gobernados por las fuerzas progresistas y de izquierda.
Barcelona y muchas otras ciudades y pueblos de Catalu?a constituyen un ejemplo de esta labor que, en este caso s¨ª que puede definirse, sin faltar a la verdad, de municipalista. Es una labor que se ha caracterizado por abrir la gesti¨®n de los ayuntamientos a los ciudadanos y ciudadanas, la especializaci¨®n y el aumento de la calidad de los servicios que se prestan desde la Administraci¨®n local, as¨ª como por la consecuci¨®n de un amplio acuerdo para dise?ar, con criterios de subsidiariedad, una nueva organizaci¨®n territorial m¨¢s eficaz y democr¨¢tica, que no duplique servicios y esfuerzos, que rentabilize todos los recursos existentes en el ¨¢mbito local, y tenga en cuenta que el alcalde es el representante de la Generalitat en el municipio.
En este sentido, la asamblea de la Federaci¨® Municipis de Catalunya (FMC) celebrada el 17 de septiembre en Cornell¨¤ de Llobregat constat¨® una vez m¨¢s que la pol¨ªtica de Pujol y de CiU ha sido y es profundamente antimunicipalista. Una pol¨ªtica que, ley tras ley, decreto tras decreto, ha ido laminando las competencias de los municipios catalanes.
Muchos son los ejemplos que se pueden se?alar, pero sirvan como muestra los decretos del Departamento de Bienestar Social que impone de forma unilateral condiciones a los municipios para la prestaci¨®n de servicios sociales; o las tutelas que tienen los municipios en materias econ¨®mico-financieras; o las limitadas competencias urban¨ªsticas que tienen los ayuntamientos catalanes en comparaci¨®n con los del resto de Espa?a, debido a las directrices emanadas de la Direcci¨®n General de Urbanismo de la Generalitat... y as¨ª un largo etc¨¦tera.
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