Mediaci¨®n delicada

LAS ESTADISTICAS sobre los malos tratos a mujeres son pavorosas, pero m¨¢s por lo que ocultan que por lo que dicen. Se calcula que s¨®lo se denuncia entre el 5% y el 10% de las agresiones producidas en el seno de la pareja. Si en 1998 se formularon 17.000 denuncias por malos tratos, es f¨¢cil deducir la enormidad del problema.La dependencia econ¨®mica o simplemente el miedo explican en gran medida la inhibici¨®n de muchas mujeres a deunciar el mal trato que reciben de su pareja. Desde el ¨¢mbito del asociacionismo vecinal se pretende romper ese silencio mediante un ej¨¦rcito de 11.000 voluntarios diseminados en los barrios que escuchen a esas mujeres, las orienten por los circuitos de los servicios sociales y faciliten la denuncia de la situaci¨®n ante la polic¨ªa. El ¨¦xito de la experiencia, apoyada por los ministerios de Trabajo, Asuntos Sociales e Interior, y financiada por el Instituto de la Mujer, depender¨¢ en gran medida de c¨®mo se desarrolle la cooperaci¨®n de este voluntariado social con las comisar¨ªas de barrio. Ayer (martes), la polic¨ªa entreg¨® a los 200 primeros miembros de este cuerpo vecinal el carn¨¦ que les acredita para esa funci¨®n de mediaci¨®n social.

En principio es elogiable una iniciativa que, proveniente de la sociedad civil, intenta facilitar la respuesta legal y judicial del Estado a un problema que en gran medida se le escapa de las manos. Pero no se ocultan los riesgos que entra?a llevarla a la pr¨¢ctica: la problem¨¢tica social de los malos tratos es muy compleja y la buena voluntad, aunque necesaria, no basta para actuar con tino en un terreno que exige, ante todo, un tratamiento profesional. Tampoco bastan las actitudes militantes y sectarias; antes al contrario, s¨®lo servir¨ªan para desacreditar una funci¨®n que puede ser tachada por sus enemigos de ap¨¦ndice del trabajo policial. Est¨¢ bien que estos voluntarios sociales est¨¦n acreditados por un carn¨¦ reconocido por la polic¨ªa. Con ello se impiden las intrusiones y las actuaciones por libre. Adem¨¢s de cooperar con la polic¨ªa de barrio, este voluntariado vecinal contra los malos tratos deber¨ªa trabajar en estrecha relaci¨®n con aquellas organizaciones e instituciones p¨²blicas de la zona acreditadas por su experiencia y por su compromiso en la lucha contra esta lacra social.