Pantani: "No quiero ver nada de ciclismo"
El Pirata se declara desilusionado, pero anuncia su vuelta para el a?o pr¨®ximo
La noticia de que Marco Pantani, de 29 a?os, hab¨ªa desaparecido de la escena para siempre era, finalmente, una exageraci¨®n. Visita r¨¢pida a Cesenatico, su pueblo, en la costa adri¨¢tica, desde Treviso, donde comenz¨® el lunes el Mundial sin Marco, como lo bautizaron la afici¨®n y la prensa; paso por la sede del Club M¨¢gico Pantani, ahora, m¨¢s que nunca, trinchera de irreductibles (2.500 socios de todo el mundo, y creciendo). "No, no creo que pueda ver a Marco", dice su encargado, Lorenzo. "Hoy es fiesta y seguro que se ha ido con su padre de paseo. Adem¨¢s, no quiere hablar con nadie". Aun as¨ª, Lorenzo, amable, gu¨ªa al periodista hasta la casa del Pirata, el lugar en el que est¨¢ refugiado desde el primer s¨¢bado de junio el ciclista que salv¨® al Tour en el 98 y conden¨® al ciclismo en el 99.Y all¨ª, en la puerta de la verja de una casa grande, la sorpresa: Marco Pantani en persona. La misma perilla cuidada, la misma delgadez, los mismos ojos vivos, la misma tristeza en el fondo. El Pirata sale en coche, en el asiento del copiloto. Conduce su chica de toda la vida, Cristina. Se van de paseo. Baja la ventanilla y dice: "?Qu¨¦ haces aqu¨ª!". M¨¢s sorpresa que desagrado en su voz.
-Ya ve, de visita. Se le echaba de menos en el Mundial.
-Ay, ay.
Marco Pantani, ganador del Giro y del Tour en 1998, no ha corrido ninguna carrera desde que el viernes cuatro de junio consigui¨® en Madonna di Campiglio su cuarto triunfo de etapa en un Giro que s¨®lo pod¨ªa ser suyo. El s¨¢bado cinco, los comisarios de la UCI le sometieron a un an¨¢lisis por sorpresa y descubrieron que el porcentaje de hematocrito (gl¨®bulos rojos) en su sangre era del 52%, superior, por tanto, al tope legal del 50%. Era sospechoso de haber consumido la sustancia prohibida eritropoietina. Perd¨ªa su licencia temporalmente. Desde esa fecha, el escalador italiano ten¨ªa 15 d¨ªas para presentarse en Lausana, someterse a nuevos an¨¢lisis y recuperar la licencia. Todav¨ªa no ha emprendido ese viaje. Han pasado cuatro meses. Han pasado muchas cosas.
"El gran error de Marco ha sido no volver enseguida a correr", dice Miguel Indur¨¢in. Como el campe¨®n navarro piensa mucha gente. La ausencia de las carreras del hombre que devolvi¨® la ilusi¨®n a un ciclismo malherido por el caso Festina, por los registros policiales y por los sumarios judiciales, ha hecho crecer inusitadamente el globo de los rumores en Italia. Al Pirata y sus malos pasos se achaca el descenso de ventas de bicicletas y la crisis de algunas empresas; del Pirata se dice que lleva vida de ermita?o por el d¨ªa, y de desaforado s¨¢tiro en noches de discoteca y juerga hasta al amanecer; se dice que ha dejado a su novia y que se ha ligado a una go-g¨® girl francesa; del Pirata se dice que no volver¨¢ a correr, que tiene el cuerpo destrozado por a?os de dopaje exagerado; del Pirata se dice...
El fiscal Raffaele Guarinello le ha abierto un sumario a Pantani. Se ha lanzado sobre su historial m¨¦dico y ha descubierto que cuando sufri¨® el accidente que le tuvo un a?o parado, en octubre de 1995, su hematocrito andaba por el 56%; y m¨¢s en mayo del mismo a?o, cuando le atropell¨® otro coche. Puede acabar llev¨¢ndole a juicio, acusado de fraude.
-Marco, ?por qu¨¦ no ha vuelto a correr?
-Perm¨ªteme que guarde silencio. Me lo ha pedido el patr¨®n y creo que tiene raz¨®n. Creo que he hablado demasiado y que me he equivocado. Es tiempo de reflexi¨®n, de dejar pasar el tiempo.
-Marco, ?volver¨¢ a correr?
-Seguro que s¨ª.
-Se dice que si vuelve tiene que ser en un equipo extranjero; mejor, espa?ol. Dicen que en Italia no conf¨ªa en nadie y que se han deteriorado sus relaciones con su director Martinelli.
-Se dice, se dice. Yo no he hablado con ning¨²n equipo porque llevo meses con los tel¨¦fonos desconectados. M¨¢s todav¨ªa: no he visto ninguna carrera por televisi¨®n, no quiero ver nada de ciclismo.
-Marco, ?c¨®mo est¨¢ mentalmente?
-Estoy desilusionado. La gente ha sido injusta conmigo.
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