Se?as de identidad
El Bar?a y el Madrid llegan a su primera cita futbol¨ªstica de la temporada por una v¨ªa distinta. Los azulgrana tienen un sistema, una identidad propia, algo que suena muy simple, pero que resulta dif¨ªcil de conseguir. No est¨¢ nada mal para ser el tercer a?o de Van Gaal como entrenador barcelonista. Los futbolistas agradecen poder remitirse a un estilo, a una forma de juego, aunque sean conscientes de que el dispositivo tenga ciertas lagunas. No var¨ªan nunca, sea quien sea el rival, aunque se trate del Real Madrid, y menos en este caso, cuando el equipo madridista se presenta en el Camp Nou siendo consciente de que no ha sido capaz de superar la presi¨®n de jugar en el estadio durante los ¨²ltimos 16 a?os, el tiempo que lleva sin ganar al Bar?a en su feudo.Los azulgrana proponen una ocupaci¨®n m¨¢xima de los espacios, con los extremos bien abiertos, y Guardiola dando aire al equipo. Pep es un futbolista determinante en este esquema. Muy inteligente, sabe darle al juego el ritmo preciso en cada momento y da sentido a las individualidades. El concepto de juego que representa Guardiola, apoyado por la excelente capacidad f¨ªsica y la calidad individual de los jugadores, permite al Bar?a tener la pelota durante mucho tiempo, circunstancia que condiciona t¨¢ctica y psicol¨®gicamente al rival: te va desgastando hasta que te tumba en una acci¨®n.
El ritmo de juego que marca Guardiola no es muy elevado, a diferencia de lo que suced¨ªa con el dream team, que no daba tiempo a sus rivales a bascular para tapar espacios. Hoy es un tempo de juego m¨¢s lento y hay m¨¢s jugadores que retienen el bal¨®n para provocar un desborde individual. Al rival le resulta m¨¢s f¨¢cil defender al bal¨®n, pero m¨¢s dif¨ªcil defender al hombre en el uno contra uno. Si el adversario se dedica a esperar, acaba siendo atrapado, se desfigura, abandona su sistema y se entrega al juego azulgrana.
Para superar al Bar?a, un buen gui¨®n para el Madrid puede ser el plan de juego desplegado por el Arsenal en el Camp Nou durante el segundo tiempo. Llevar la iniciativa, presionarle muy arriba, quitarle la pelota, ser valiente, aun a riesgo de quedar al descubierto si no se es consistente y se trabaja en equipo. El problema del Madrid es que utiliza un sistema m¨¢s acorde con las disposiciones de sus rivales. Tiene tendencia a resguardarse, a taparse con dos pivotes y dejar m¨¢s libertad a los cuatro futbolistas con los que generalmente ataca. Pero no todos los equipos participan en el juego ofensivo como el Barcelona, que pr¨¢cticamente utiliza ya hasta el portero en ese aspecto. En el Madrid, el equipo aparece m¨¢s partido, con una parte que se dedica a defender y otra a atacar, con los papeles m¨¢s repartidos. Van Gaal, por el contrario, exige a sus jugadores que se sacrifiquen en las dos facetas del juego, incluso en las jugadas de estrategia. El equipo defiende los saques de esquina con los 11 futbolistas, y acostumbra a resolver muchos partidos desde el c¨®rner o con los libres indirectos.
La reiteraci¨®n de las jugadas a bal¨®n parado han incidido en la previsibilidad de su juego frente al recuerdo de la era de Cruyff, en la que se practicaba un juego m¨¢s arriesgado, a veces improvisado, y al tiempo respetando m¨¢s la libertad individual del futbolista.
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