Cristina S¨¢nchez: "Ahora lo ¨²nico que siento es un gran vac¨ªo"
En oto?o llueve. Pasan m¨¢s cosas, pero sobre todo llueve. Ayer, que era el ¨²ltimo d¨ªa de la Feria de Oto?o, llovi¨®. Acaba la corrida y Cristina S¨¢nchez enfila la puerta de cuadrillas. El p¨²blico, en pie, despide a la ¨²ltima matadora de toros. En el recuerdo permanecen los sinsabores de una tarde pl¨²mbea, desali?ada y, ya se ha dicho, pasada por agua. Hay d¨ªas en los que s¨®lo sirve decir adi¨®s. Por los tendidos eran muchos los que se citaban hasta el pr¨®ximo curso. Lo hac¨ªan sin ceremonias, haciendo gala de esa extra?a amistad que prende entre los que se ven semana tras semana con el ¨²nico objetivo de presenciar una corrida de toros. "Buen invierno", dec¨ªa un aficionado a su compa?ero de asiento con el adem¨¢n que deben usar los osos cuando se preparan para hibernar."Ahora lo ¨²nico que siento es un gran vac¨ªo. S¨¦ que me va a costar trabajo adaptarme, pero hay otros modos de forjarse la vida". La frase es de la que en una tarde de oto?o con lluv¨ªa deci¨¢ adi¨®s de forma definitiva. Dicho lo cual, Cristina S¨¢nchez, en su ¨²ltima corrida vestida de luces, recompone el gesto y se lanza a repetir la frase que ha presidido la barah¨²nda de declaraciones entre las que ha navegado estos ¨²ltimos d¨ªas: "Me voy con una sensaci¨®n muy buena: convecida y feliz de haber hecho lo que quer¨ªa. Y esto, pese a todo". En el "pese a todo" se dibuja el pesar de una corrida agria. "El primer toro no transmit¨ªa nada. Sin fuerza, era como si pasara por all¨ª sin m¨¢s. En Madrid, para llegar a los tendidos, hace falta algo m¨¢s de motor", comenta, y acto seguido salta a su segundo y ¨²ltimo de su vida: "Ha sido un manso redomado que enseguida ha desarrollado un sentido impresionante. Sab¨ªa muy bien por d¨®nde quer¨ªa ir. Todo han sido arreones y, en un momento por la derecha, casi me lleva por delante".
La espada
En el cap¨ªtulo de las pesadillas, que no de los malos recuerdos, la espada: "Ya se ha hablado mucho de ello. Es, sin duda, mi tal¨®n de Aquiles". Dec¨ªa su anterior apoderado que Cristina, como mujer, hab¨ªa sido creada para dar la vida, no para quitarla. "S¨ª [r¨ªe], ¨¦l era muy imaginativo. Pero lo ¨²nico que puedo decir es que ha habido momentos en que he matado bien, y, bueno, no ha sido mi fuerte", dice, y en la ¨²ltima frase deja escapar el verbo conjugado en pasado. "Que me retire no quiere decir que vaya a perder el contacto con el p¨²blico. En proyecto est¨¢ la radio, quiz¨¢ la televisi¨®n, no s¨¦. Lo que s¨ª es cierto es que no me voy a quedar en casa haciendo la comida a nadie".Se acababa la tarde y, como dec¨ªa el poeta replicante de Blade runner, la carrera de la mujer torero se perd¨ªa "como l¨¢grimas en la lluvia". ?C¨®mo son los poetas! Era oto?o y llov¨ªa.
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