Un mundo superpoblado para Adnan Mevic
De los 370.000 ni?os que nacieron ayer en la Tierra, m¨¢s de 350.000 lo hicieron en el Tercer Mundo. Lo m¨¢s probable, por lo tanto, es que "el ni?o 6.000 millones" haya visto la luz en alguna ciudad olvidada de ?frica o del sur de Asia, y en una fecha reciente dif¨ªcil de precisar. La ONU, sin embargo, decidi¨® otorgar ese incierto honor a Adnan Mevic, el primer beb¨¦ nacido ayer en Sarajevo, en un gesto simb¨®lico que quiere atraer la atenci¨®n p¨²blica sobre el problema de la superpoblaci¨®n mundial.Adnan, nacido un minuto despu¨¦s de la medianoche en el hospital Kosevo de Sarajevo, pes¨® 3,55 kilos y es hijo de Jasminko y F¨¢tima Mevic, dos bosnios musulmanes de la ciudad de Visoko que se casaron el a?o pasado. Pero mientras el secretario general de la ONU, Kofi Annan, tomaba en sus brazos al peque?o Adnan, las miradas de los dem¨®grafos se tornaban hacia los pa¨ªses m¨¢s poblados del planeta, aqu¨¦llos en los que el control de la natalidad resultar¨¢ crucial para impedir que los humanos superen la cifra espeluznante de los 10.000 millones hacia la mitad del pr¨®ximo siglo.
China, por ejemplo, aprovech¨® la ocasi¨®n para felicitarse por la pol¨¦mica pol¨ªtica del hijo ¨²nico que impuso hace dos d¨¦cadas, sin la cual la cifra mundial de los 6.000 millones no se habr¨ªa alcanzado ayer, sino hace ya cuatro a?os. El gigante asi¨¢tico, con 1.248 millones de habitantes, es el pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo, y sus responsables de planificaci¨®n familiar esperan lograr que la poblaci¨®n se estabilice en 1.500 millones a partir del 2040.
La poblaci¨®n mundial se ha duplicado desde 1960, y se ha cuadruplicado desde el inicio del siglo. En los ¨²ltimos a?os, la velocidad de crecimiento se ha moderado gracias a que las mujeres est¨¢n teniendo menos hijos que en cualquier otro momento de la historia. Pero el n¨²mero de mujeres en edad f¨¦rtil es el mayor habido nunca, y la poblaci¨®n sigue por esa raz¨®n increment¨¢ndose en 78 millones de personas cada a?o.
La India, el segundo pa¨ªs m¨¢s poblado del planeta, alcanzar¨¢ los 1.000 millones de habitantes el a?o que viene. Su poblaci¨®n se ha triplicado desde que se independiz¨® del imperio brit¨¢nico en 1947. El Gobierno ha impulsado programas de planificaci¨®n familiar desde los a?os cincuenta, pero su ¨¦xito ha sido limitado, y de persistir la tendencia actual el pa¨ªs superar¨¢ en poblaci¨®n a China hacia el 2040. La tercera parte de sus habitantes viven ahora sumidos en la pobreza extrema, y su n¨²mero aumentar¨¢ con seguridad.
El 95% del incremento de la poblaci¨®n mundial tiene lugar en el Tercer Mundo. En amplias regiones del sur y el oeste de Asia, y en el ?frica subsahariana, cada mujer tiene en promedio m¨¢s de cinco hijos. El crecimiento se ha aminorado o detenido en Europa, Norteam¨¦rica y Jap¨®n, con la excepci¨®n de Estados Unidos, que experimenta una elevada inmigraci¨®n.
El crecimiento demogr¨¢fico est¨¢ conduciendo al borde del agotamiento a los recursos naturales m¨¢s esenciales, como el agua y las tierras f¨¦rtiles. El ¨¢rea cultivable por persona se ha reducido a la mitad desde 1950. Los expertos de la ONU calculan que hacia la mitad del pr¨®ximo siglo la cuarta parte de la poblaci¨®n mundial vivir¨¢ en pa¨ªses sometidos a dr¨¢sticas restricciones en el consumo de agua.
Adem¨¢s de crecer, la poblaci¨®n tiende a migrar hacia los grandes n¨²cleos urbanos. En 1960 hab¨ªa en el planeta dos megaciudades, es decir, n¨²cleos con m¨¢s de 10 millones de habitantes. Ahora mismo hay 17. Y en el 2015 habr¨¢ 26, de las que 22 estar¨¢n en pa¨ªses pobres, seg¨²n las estimaciones de la ONU.
La contenci¨®n del crecimiento es indisociable del desarrollo de los pa¨ªses del Tercer Mundo, y en particular de la universalizaci¨®n de la educaci¨®n, de la igualdad femenina y de los programas de planificaci¨®n familiar. 350 millones de mujeres carecen a¨²n de acceso a m¨¦todos anticonceptivos eficaces y seguros. El mundo que conocer¨¢ el peque?o Adnan Mevic cuando empiece a pensar en jubilarse ser¨¢ un lugar poco habitable si esas pol¨ªticas no reciben el impulso necesario.
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