" Josep Benet revela las claves del fusilamiento de Carles Rahola
Un simulacro de proceso sin garant¨ªas de defensa y sustentado por acusaciones falsas acab¨® llevando al escritor Carles Rahola ante el pelot¨®n de fusilamiento en Girona en 1939. El libro Carles Rahola, afusellat (Emp¨²ries), escrito por el veterano historiador Josep Benet, reconstruye el camino que desemboc¨® en la "mostruosa sentencia", aporta nuevas revelaciones a partir de los archivos oficiales del franquismo y disipa ciertos rumores alimentados por una ciudad que qued¨® conmocionada ante la implacable ejecuci¨®n.
Carles Rahola emprendi¨® el camino del exilio a rega?adientes, apesadumbrado por la incapacidad de asimilar que la temible represi¨®n franquista pudiera llegar a alcanzarle. Era un hombre de talante moderado, cat¨®lico, respetado en todos los ¨¢mbitos y sin enemigos. La dificultad para obtener el visado en la frontera francesa le dio argumentos para regresar a la Girona reci¨¦n ocupada por los ej¨¦rcitos de Franco, inconsciente de que se met¨ªa en la boca del lobo. El trabajo de Benet desmiente que muchos gerundenses declararan contra Rahola, aunque s¨ª certifica que un buen n¨²mero de ellos buscaron excusas diversas para evitar comparecer ante el tribunal. El historiador niega tambi¨¦n un rumor seg¨²n el cual alg¨²n personaje gerundense hab¨ªa interceptado el indulto de Franco. Esta versi¨®n, a juicio de Benet, intentaba exonerar al general de lo que constitu¨ªa "un crimen" a los ojos de la mayor¨ªa. Lo cierto es que Franco, como le era habitual, escribi¨® con un l¨¢piz rojo en la sentencia, la E de sus tristemente famosos "enterado".
Benet revela que, frente a la mayor¨ªa de declaraciones exculpatorias, s¨®lo un vecino de Girona, el catedr¨¢tico de la escuela Normal Manuel Xiberta acus¨® con malicia a Rahola. Xiberta lo calific¨® de "destacado separatista", mantuvo que se relacionaba "con todos los indeseables que pululaban por Gerona" y le dio la puntilla asegurando que era "un elemento indeseable para la nueva Espa?a". Benet, que demuestra la falsedad de estas acusaciones, muy graves en el contexto de la ¨¦poca, define al ensayista y funcionario de la Diputaci¨®n de Girona como "un hombre bueno, pac¨ªfico, dem¨®crata, liberal y catalanista". Un par de escritos publicados en el peri¨®dico L"Autonomista, dirigido por su hermano, y un comentario de actualidad insertado en su libro Estudios napole¨®nicos sirvieron como base de los informes policiales que acarrearon su condena. La actitud de Xiberta contrasta con la del presidente del tribunal que le juzg¨®, el teniente coronel Fernando Casas, que formul¨® un voto particular contra la sentencia, hecho absolutamente inusual en unos tiempos en que eran contados quienes osaban poner el m¨¢s m¨ªnimo obst¨¢culo ante la maquinaria represiva franquista. En este texto, publicado en el libro por vez primera, el militar destaca que durante la guerra Rahola "ayud¨® a personas de orden, salvando la vida a alguna de ellas". Para el fiscal del caso, la ayuda prestada a personas de derechas y a curas s¨®lo demostraba que, como "rojo-separatista", ten¨ªa una gran influencia y eso le hac¨ªa merecedor de mayor castigo.
Carles Rahola escribi¨® sus ¨²ltimos pensamientos de manera clandestina en la s¨®rdida nevera, la c¨¢rcel en argot carcelario de la ¨¦poca, angustiado ante la inminencia de la aplicaci¨®n de su pena de muerte, a la que llamaban "la cantimplora". Se le ejecut¨® a las cinco de la madrugada del 15 de marzo de 1939 frente a la tapia del cementerio de Girona. Benet explica que la ejecuci¨®n se hizo dos horas antes de lo que era habitual, "con nocturnidad, como si sus ejecutores se avergonzaran del crimen".
El libro de Benet, que se presentar¨¢ el 27 de octubre en el Ayuntamiento de Girona, constituye una aportaci¨®n fundamental para entender y analizar la represi¨®n llevada a cabo por los tribunales militares a trav¨¦s de los llamados "procedimientos sumar¨ªsimos de urgencia". El caso de Rahola demuestra, seg¨²n Benet, que el objetivo del r¨¦gimen franquista, lejos de fomentar el restablecimiento de la convivencia, era "atemorizar a la poblaci¨®n adversa y profundizar en la divisi¨®n de la sociedad entre vencedores y vencidos".
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