Salva culmina la semana de su vida con otros tres goles

Salva tardar¨¢ en olvidar esta semana, la de su vida. Entr¨® en ella pegado al gol -los cuatro que le hizo el mi¨¦rcoles a la Real- y as¨ª sale. Tres tantos le marc¨® al Celta, a cual m¨¢s bonito. El conjunto vigu¨¦s dobl¨® la rodilla sin encontrar manera de parar al delantero.El goleador de la Liga -13 goles en ocho jornadas- comenz¨® su exhibici¨®n con un cabezazo fabuloso. Desde muy lejos, casi en la frontal, remat¨® el env¨ªo de Amavisca con la fuerza y la colocaci¨®n adecuada. Sigui¨® Salva su homenaje mostr¨¢ndose poderoso en otra suerte: Vivar Dorado tir¨® un pase corrido entre los centrales, Munitis no supo controlar, y por all¨ª asom¨® el delantero para rematar de primera, duro y raso.

Finalmente, como fin de fiesta, Salva se permiti¨® el m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, una hermosura de gol, una pieza para coleccionista. Recibi¨® el bal¨®n en una esquina del ¨¢rea peque?a, rodeado de defensas, y se disfraz¨® de Maradona: con el cuerpo desmayado, como los grandes toreros, se concedi¨® un globito suave que dej¨® suspendido el bal¨®n en el aire mientras un defensa pasaba por debajo. Luego, antes de que la pelota cayera al suelo, toc¨® a un esquina. Tras el gol, el tercero, se qued¨® clavado y ech¨® de menos una montera para saludar.

Todav¨ªa no se hab¨ªa llegado al descanso y el Celta ya estaba destrozado, aplastado por los goles de Salva, el hombre de moda.