Los goles consuelan a Riazor de la falta de f¨²tbol

La clasificaci¨®n dice que el Deportivo va viento en popa, enganchado con seguridad al pelot¨®n de cabeza. Pero Riazor no acaba de sacudirse la impresi¨®n de que tal vez todo sea un espejismo. El partido de anoche result¨® paradigm¨¢tico para ilustrar esa paradoja: el Deportivo hizo una primera parte infame, pero el M¨¢laga dilapid¨® el partido cuando tuvo ocasi¨®n de sentenciarlo y los gallegos maquillaron con una goleada otro ejercicio de penuria futbol¨ªstica. El Deportivo que se pasea airoso por los estadios espa?oles se comporta en casa como un grupo insufrible, un equipo romo, aburrido, gris, previsible, insulso... y as¨ª se podr¨ªa seguir hasta agotar el diccionario de sin¨®nimos.

El M¨¢laga estuvo desde el principio por encima de su rival. Se coloc¨® mejor, presion¨® mejor, fue m¨¢s veloz, jug¨® la pelota con m¨¢s criterio -sobre todo, un magn¨ªfico Sandro- y, como dicta el sentido com¨²n, utiliz¨® las dos bandas. Se adelant¨® con un penalti que no protest¨® ni el m¨¢s recalcitrante de los forofos y tuvo el segundo gol a su alcance en un par de ocasiones. El Deportivo evit¨® la debacle antes del descanso gracias a un gol de Donato a la salida de un c¨®rner. El M¨¢laga se desplom¨®, estrope¨® su buen trabajo inicial y, en la segunda parte, el Deportivo disfrut¨® de los placeres del contragolpe y de la actitud benefactora de la defensa visitante.