EE UU ofrece a Rusia la instalaci¨®n de radares antimisiles en Siberia
EE UU pretende desarrollar un sistema de defensa de misiles que violar¨ªa los acuerdos firmados hace m¨¢s de un cuarto de siglo en el Tratado de Misiles Antibal¨ªsticos. Para evitar la ira de Rusia, Washington ofrece un pacto al Gobierno de Mosc¨²: si se aviene a revisar ese acuerdo de 1972, EEUU le ayuda a montar una instalaci¨®n de radares militares en Siberia. El gobierno de Bill Clinton ha reconocido que los contactos est¨¢n en marcha, aunque el presidente todav¨ªa tiene que dar su aprobaci¨®n al nuevo sistema de defensa antinuclear.
Clinton decidir¨¢ en junio del a?o 2000 sobre la construcci¨®n del nuevo sistema de defensa de misiles, un hermano pobre del gran proyecto ideado por Ronald Reagan en tiempos de la Guerra Fr¨ªa. Recientemente, el Pent¨¢gono ha probado con ¨¦xito este mecanismo de defensa, capaz de aniquilar en el aire los misiles nucleares lanzados contra el territorio de EEUU. En todo caso, no se trata de una defensa pensada para una gran confrontaci¨®n nuclear sino para proteger al pa¨ªs frente a hipot¨¦ticos misiles espor¨¢dicos lanzados desde pa¨ªses como China, Corea del Norte, Ir¨¢n o Irak.Ese sistema contraviene la letra y el esp¨ªritu del Tratado de Misiles Antibal¨ªsticos firmado en 1972. Hace dos semanas, uno de los m¨¢ximos cargos en el Ej¨¦rcito ruso, Vladimir Yakolev, asegur¨® que EEUU pondr¨ªa en marcha una nueva carrera militar con el desarrollo del nuevo sistema de defensa de misiles. Seg¨²n Yakolev se entrar¨ªa en una nueva guerra fr¨ªa y quedar¨ªan en papel mojado todos los acuerdos de desarme que mantienen los dos pa¨ªses.
La opci¨®n que ahora impulsa la Casa Blanca consiste en retocar los acuerdos del a?o 1972 con la aquiescencia de Rusia, que a cambio recibir¨ªa una ayuda militar valorada en decenas de millones de d¨®lares. Si consiente en ampliar el tratado para dar cabida a los nuevos proyectos estadounidenses, Washington ayudar¨¢ a Mosc¨² a completar unas instalaciones de radares de seguimiento de misiles en la ciudad de Irkutsk, en Siberia.
Inicio de negociaciones
John Podesta, jefe de gabinete de Bill Clinton, confirm¨® ayer el inicio de las negociaciones con Rusia en este sentido. Sin embargo, Podesta se neg¨® a comentar el posible trato de intercambio con Rusia, desvelado por el diario The New York Times. Seg¨²n Podesta, las conversaciones con Mosc¨² "giran en torno al desarrollo de un sistema de defensa nacional frente a la proliferaci¨®n nuclear, un proyecto que puede requerir ajustes en el Tratado de Misiles Antibal¨ªsticos".
Hasta ahora, Rusia se hab¨ªa negado a renegociar los acuerdos, pero se mostraba abierta a las propuestas de EEUU. La oferta de ayuda para instalaciones de radares se completar¨ªa con experimentos compartidos con sistemas antimisiles, intercambio de informaci¨®n sobre potenciales enemigos comunes y nuevas tecnolog¨ªas, e incluso ejercicios militares conjuntos.
El gobierno de Mosc¨², que reiteradamente se ha negado a revisar los acuerdos, parece ahora receptivo a una propuesta que, al fin y al cabo, apenas requerir¨ªa ligeros retoques en el tratado, lejos de la reforma amplia que piden algunos congresistas y senadores republicanos.
En este marco de negociaci¨®n se produjo la semana pasada el rechazo del Senado de EEUU a la ratificaci¨®n del Tratado de Prohibici¨®n Completa de Armas Nucleares, que ha recibido la condena de Rusia. El s¨¢bado, el ministro ruso de Exteriores, Igor Ivanov, convers¨® con su hom¨®loga estadounidense, Madeleine Albright, para asegurar que la negativa del Senado a ratificar el acuerdo constituye un problema grave para cualquier negociaci¨®n entre los dos pa¨ªses en cuestiones de armamento.
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