Un hiperactivo para salir del letargo
?Qu¨¦ posibilidades tiene Joachim Bitterlich de sacudir el letargo que afecta a las relaciones hispanoalemanas? ?Le corresponde esa funci¨®n? Son preguntas que un observador puede hacerse ante la llegada a la Embajada alemana en Madrid de Joachim Bitterlich, de 51 a?os, un funcionario brillante e hiperactivo, acostumbrado a los pol¨ªticos de primera fila.La biograf¨ªa de Bitterlich est¨¢ estrechamente vinculada a Helmut Kohl, para quien trabaj¨® en la canciller¨ªa desde 1987, primero como subdirector de asuntos europeos y luego, desde 1993, como director de relaciones exteriores, de la pol¨ªtica de cooperaci¨®n, seguridad y defensa y como consejero diplom¨¢tico y de seguridad. En estos cargos, se le consider¨® como la eminencia gris de la pol¨ªtica exterior alemana.
Bitterlich acompa?aba a Kohl en sus viajes y protagoniz¨® numerosas misiones entre bastidores en Mosc¨² y en Washington. Sus grandes especialidades, sin embargo, son la pol¨ªtica europea y las relaciones franco-alemanas. Bitterlich ha participado en la gestaci¨®n de las decisiones y acuerdos importantes que se han tomado mientras ha estado en la canciller¨ªa, desde la Uni¨®n Monetaria a la direcci¨®n del Banco Central Europeo y las iniciativas conjuntas franco-alemanas. Debido a su puntillosidad, no siempre resulta f¨¢cil trabajar con ¨¦l, pero incluso quien ha tenido alguna discrepancia, como Michael Mertes, que fue uno sus colegas en la canciller¨ªa, considera que Bitterlich es "de total confianza" y "cumple su palabra". A s¨ª mismo, Bitterlich se ve como "un hombre entre bastidores". "Nunca super¨¦ los m¨¢rgenes que me dieron los pol¨ªticos", afirm¨®.
Relaci¨®n con Espa?a
Nacido en el Sarre y casado con una francesa, Bitterlich estudi¨® Derecho y Ciencias Econ¨®micas y Pol¨ªticas en la Universidad de Sarrebruck y complet¨® estudios en la Escuela Nacional de Administraci¨®n en Par¨ªs. Ingres¨® en el servicio diplom¨¢tico en 1976 y pas¨® varios meses en la Embajada de Alemania en Madrid para aprender espa?ol. Tras una estancia en Argel, estuvo en la representaci¨®n de Alemania en la Comunidad Europea en Bruselas entre 1981 y 1985, y particip¨® en las negociaciones del tratado de adhesi¨®n de Espa?a. A aquella ¨¦poca se remontan algunas de las buenas relaciones que Bitterlich tiene con la comunidad pol¨ªtica y diplom¨¢tica espa?ola. Posteriormente, trabaj¨® en el gabinete del ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher (1985-87).
Tras el relevo al frente del Gobierno el pasado oto?o en Alemania, Bitterlich fue enviado de embajador a la OTAN, donde ha permanecido 11 meses y donde ha sido testigo y part¨ªcipe en los procesos internos que han acompa?ado a la guerra del Kosovo.
Seg¨²n algunos analistas, el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, quer¨ªa exiliar al funcionario para colocar en Bruselas a una persona m¨¢s cercana. En los mentideros pol¨ªticos se dice que el ministro quer¨ªa en Bruselas alguien con menos protagonismo.
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