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Francamente es dif¨ªcil que llegue a calar entre la sociedad el hecho de que la mujer no es un objeto que se puede dirigir a placer o una posesi¨®n que se puede destrozar e incluso eliminar si se siguen permitiendo emitir anuncios en la televisi¨®n del estilo de una conocida gu¨ªa. El comentario, desde la m¨¢s profunda indignaci¨®n, llega porque no tienen las mentes pensantes una idea m¨¢s original para publicitar la citada gu¨ªa que el poner a una mujer "maltratada" y, haciendo un juego de palabras, transmitir el mensaje.Si se mantienen este tipo de actitudes, dif¨ªcilmente la sociedad asumir¨¢ una situaci¨®n que, por habitual y terrible, deber¨ªa condenarse un¨¢nimemente.- . .
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