Carmen
En la pol¨ªtica, como en la vida, hay engranajes que terminan por atascarse a causa de ciertos pelmazos. El PSOE (o lo que queda de ¨¦l) es un buen ejemplo de esto. La vieja m¨¢quina de Pablo Iglesias, ideol¨®gicamente averiada por el terremoto de Felipe Gonz¨¢lez, que la expurg¨® de Marx, la vendi¨® a la OTAN, la puso en el camino trillado del neoliberalismo y la convirti¨® en un partido con lenguaje de izquierdas pero praxis de derechas, anda ¨²ltimamente a la deriva. Necesita un nuevo motor.La peor maldici¨®n que puede caer sobre un movimiento de masas es un l¨ªder tan por encima de los dem¨¢s que convierta a sus camaradas en enanitos. Felipe Gonz¨¢lez ha sido alguien tan gigantesco que, incluso oficialmente alejado del poder, sigue obsesionando a las huestes socialistas, y ni siquiera Almunia, el aparente jefe actual, mueve un dedo antes de consultar con ¨¦l.
Sin embargo, se quiera o no, el problema con Felipe es que los muchos a?os en la Moncloa, los esc¨¢ndalos que toler¨® y la duda que siempre planear¨¢ sobre su sombra en relaci¨®n con el terrorismo de Estado, le quebraron el ala. Y encima ahora anda diciendo incongruencias sobre Pinochet y dando pie a que la derechona le atribuya que busca curarse en salud. Ojal¨¢ el futuro, al igual que ha sucedido con Willy Brandt, lo coloque en el sitio hist¨®rico que merece, pero por el momento es m¨¢s un quebradero de cabeza que otra cosa. Lo grave en que en Ferraz todav¨ªa no se han enterado.
Y no es el ¨²nico que sobra de su quinta en el PSOE. Resulta grotesco observar desde fuera c¨®mo los barones que acompa?aron a Gonz¨¢lez durante la transici¨®n (la prehistoria) son capaces de renovar sin renovar nada, de apalancarse en sus cargos, de presumir sin verg¨¹enza alguna de "opci¨®n de progreso" (?quiere alguien explicarme lo que significa tal cosa en boca de esos burgueses?) y de hacer innumerables equilibrios para seguir calentando sus sillones endog¨¢micos.
Si aplicamos todos estos comentarios a la realidad del Pa¨ªs Valenciano, qu¨¦ duda cabe de que el PSPV tiene un enorme problema sin resolver. Una vez apartados Lerma y Asunci¨®n de cualquier puesto verdaderamente decisivo, s¨®lo queda aqu¨ª un dinosaurio de la vieja guardia capaz de seguir haciendo da?o a la imagen del socialismo: Cipri¨¤ Ciscar, maestro de conspiradores y carcamal de la pol¨ªtica. Este se?or es nada menos que el n¨²mero dos, despu¨¦s de Almunia, lo cual ser¨ªa un buen chiste si no fuese por la trascendencia de lo que nos jugamos como colectividad.
Las elecciones catalanas del domingo pasado, con la ascensi¨®n imparable de Pascual Maragall, son quiz¨¢ el mejor espejo al que el Pa¨ªs Valenciano deber¨ªa mirarse. Maragall es el futuro, Ciscar el pasado. Si no quiere irse, habr¨¢ que echarlo. Con ¨¦l en su tripulaci¨®n el PSPV-PSOE tiene un destino inmediato parecido al del Titanic.
?Y qui¨¦n queda en Valencia para recoger la antorcha e imitar el ejemplo catal¨¢n? Sin duda Carmen Alborch, la ¨²nica persona v¨¢lida y generosa que queda a¨²n en el entorno socialista con una estatura lo suficientemente grande como para depositar en ella la esperanza. Es el ¨²nico rayo de luz que alumbra en la actualidad a las fuerzas de nuestra izquierda. Yo quisiera que alg¨²n d¨ªa, cuando Ciscar y sus muchachos pasen al ba¨²l de los recuerdos, alguien con sentido com¨²n llame a su puerta.
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