Un investigador cubano ense?a a ni?os alpujarre?os a "cantar" versos improvisados Los escolares recuperan as¨ª la ancestral tradici¨®n del trovo en la comarca andaluza

Cuarenta ni?os son la garant¨ªa de futuro del trovo, una de las m¨¢s antiguas tradiciones culturales de la Alpujarra en peligro de desaparici¨®n. Desde final de 1998, acuden a la Escuela Experimental de Trovo, con sedes en las localidades granadinas de ?rgiva y Murtas, donde se inician en el dif¨ªcil arte de la poes¨ªa oral improvisada. Los ni?os, de entre 9 y 12 a?os, aprenden a rimar quintillas en apenas unos segundos sobre un tema que desconocen con la sola ayuda de la m¨²sica. La iniciativa de la escuela parti¨® de un investigador cubano, que ha contribuido a recuperar el trovo en su pa¨ªs y en Colombia.

El trovo o repentismo -porque las poes¨ªas deben idearse y recitarse de repente- es una de las tradiciones m¨¢s arraigadas en la Alpujarra granadina y almeriense. Su car¨¢cter oral ha propiciado su transmisi¨®n de padres a hijos a lo largo de los ¨²ltimos siglos. Se practicaba en los descansos de las labores del campo o delante de la lumbre, en las largas noches invernales. Dos troveros compet¨ªan -y compiten- entre s¨ª, improvisando y cantado quintillas, estrofas de cinco versos, sobre un tema propuesto aleatoriamente. El ingenio, la agilidad mental y la riqueza de vocabulario resultan fundamentales en esta pugna. De ah¨ª que los mejores troveros gocen de gran prestigio en la comarca, donde peri¨®dicamente se convocan competiciones de repentismo.En la Alpujarra, el trovo, herencia ¨¢rabe, vivi¨® su m¨¢ximo esplendor a principios del siglo presente. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os ha deca¨ªdo. "Cada vez hay menos troveros. Los j¨®venes no muestran inter¨¦s por la cultura tradicional y no relevan a sus mayores", asegura Alexis D¨ªaz Pimienta, director de la Escuela Experimental de Trovo Alpujarra.

M¨¦todo experimental

Este cubano, investigador y profesor de trovo, cuenta con experiencia previa en la recuperaci¨®n de esta tradici¨®n en su pa¨ªs y Colombia. Lleg¨® a Granada para hermanar el Festival Cucalambeano de su pa¨ªs con el de M¨²sica Tradicional de la Alpujarra. Y en esta comarca decidi¨® poner en pr¨¢ctica su m¨¦todo experimental de ense?anza del trovo.

Con ayuda de la Asociaci¨®n Cultural Abuxarra y la financiaci¨®n europea del programa Leader II Alpujarra-Sierra Nevada, puso en marcha la escuela experimental a finales del a?o pasado.

La demanda fue muy superior a la esperada. Y los resultados, satisfactorios a corto plazo. Los 40 ni?os, divididos en dos grupos de ?rgiva y Murtas, asisten a dos horas de clase a la semana. "Aunque el ritmo de trabajo es trepidante, el ambiente es siempre l¨²dico y sorprendente", asegura D¨ªaz.

El desarrollo del m¨¦todo para la ense?anza del trovo le supuso al profesor cubano varios a?os de trabajo. "Para muchos, este arte no se pod¨ªa aprender. Era considerado como una cualidad innata", se?ala. Sin embargo, Para D¨ªaz y su colaboradora, Mar¨ªa Dolores Padilla, la poes¨ªa oral improvisada es un arte que tiene sus reglas y mecanismos. "Primero ense?o esos mecanismos, los trucos l¨¦xicos y gramaticales y a dotar a las quintillas de cierta est¨¦tica. Y luego a construirlas y recitarlas con rapidez".

El periodo de instrucci¨®n de los 40 ni?os con que, por ahora, cuenta la escuela durar¨¢ alrededor de dos a?os. En los primeros seis meses, los alumnos se familiarizaron con variantes del trovo de otros pa¨ªses, con el ritmo de los versos, las rimas y los conceptos m¨¢s b¨¢sicos de la poes¨ªa oral improvisada.

La formaci¨®n es progresiva. Las primeras rimas, simples pareados, se redactan en papel. Luego, los ni?os empiezan a improvisarlas sin necesidad de escribirlas y a atreverse con redondillas, estrofas de cuatro versos. Tras las vacaciones de verano, los alumnos regresaron a la Escuela de Trovo en septiembre y, en poco tiempo, afrontar¨¢n la construcci¨®n de quintillas, estrofas de cinco versos, que es la estructura tradicional del trovo alpujarre?o.

Mayor¨ªa de ni?as

La sorpresa m¨¢s grata para el director de la escuela fue el inter¨¦s de las ni?as por el trovo. "El repentismo ha sido siempre una tradici¨®n masculina. Pero en la clase las ni?as superan en n¨²mero a los ni?os".

Aunque la Escuela Experimental de Trovo funciona s¨®lo en la parte granadina de la Alpujarra, el deseo de sus promotores es extenderla a Almer¨ªa. Aunque no se trata s¨®lo de una cuesti¨®n de tiempo. "El programa Leader II s¨®lo garantiza dos a?os de financiaci¨®n. M¨¢s all¨¢ de este periodo, el futuro de la escuela es incierto", plantea D¨ªaz.