Kevin Kline afirma que no hace falta ser actor para ser una estrella de cine

Kevin Kline viaja solo. Un dato intrascendente que se convierte en noticia al tratarse de un actor famoso. Mientras sus colegas (y no s¨®lo los norteamericanos) no dan un paso sin su agente o representante, sin su secretaria o secretarias o sin su maquillador y peluquero, Kline (San Luis, Misuri, 1947) aterriz¨® ayer en Madrid con la ¨²nica compa?¨ªa de su maleta.El actor promociona El sue?o de una noche de verano, la pel¨ªcula de Michael Hoffman que se estrena el viernes en Espa?a y en la que interpreta a Bottom, el burro del que se encapricha, despu¨¦s de un hechizo, la reina de las hadas, Titania, interpretada por Michelle Pfeiffer.

A pesar del Oscar que gan¨® en 1988 por Un pez llamado Wanda, Kline nunca ha coqueteado con el star-system de Hollywood. "He intentado por encima de todo no encasillarme jam¨¢s, y una estrella no puede escapar del encasillamiento, sus personajes son ellos mismos, es dif¨ªcil ser actor as¨ª, y a m¨ª me gusta mucho ser actor. Adem¨¢s, para ser estrella no se necesita una personalidad interesante, sino una personalidad grande y fuerte, y yo, desde luego, no tengo una gran personalidad".

Entre el drama y la comedia

Kline oscila sin dificultad entre los papeles dram¨¢ticos (Tormenta de hielo, La decisi¨®n de Sophie, Grand Canyon, Grita Libertad o Reencuentro) y los c¨®micos (French kiss, Dave, In& out, Wild wild west). "Es que ¨¦sa es mi idea de ser actor", afirma, "antes de llegar al cine trabaj¨¦ diez a?os s¨®lo en el teatro. La formaci¨®n del actor de repertorio, de variedades, es algo que hoy se est¨¢ perdiendo y es un privilegio que te ayuda a conocer tus posibilidades. S¨®lo durante los cuatro a?os que estuve de gira con The Acting Company interpret¨¦ a Ch¨¦jov, Sheridan, Gorki, Goldsmith, Shakespeare, Congreve y Moli¨¨re, cl¨¢sicos y contempor¨¢neos, comedias y dramas. Esto es para m¨ª ser actor".

Kline a?ade: "En el cine de hoy casi nadie tiene esa experiencia, y eso obliga irremediablemente al encasillamiento, el gal¨¢n siempre es el gal¨¢n, el payaso el payaso y as¨ª siempre. Los actores cada vez encuentran m¨¢s dificultades para conocer sus habilidades. Adem¨¢s, cualquiera puede ser estrella de cine, el cine tambi¨¦n est¨¢ hecho para los no actores, y no lo critico, no es algo malo, no pasa nada, pero es as¨ª. Un no actor puede ser actor en una pel¨ªcula, incluso un buen actor, y convertirse finalmente en una estrella, pero un no actor jam¨¢s podr¨¢ subir a un escenario".

"El teatro", contin¨²a Kline, "es una experiencia oral, mientras que el cine es una experiencia visual. A m¨ª me gusta el lenguaje, y el poder del lenguaje hoy casi exclusivamente se encuentra en el teatro". El actor acept¨® su papel en esta nueva versi¨®n de El sue?o de una noche de verano, situada en la Toscana a finales del siglo XIX, porque le pareci¨® una oferta "intrigante y atractiva". "Disfrut¨¦ con el gui¨®n, me pareci¨® directo y divertido. Se respetaba la poes¨ªa del lenguaje. En la obra original, mi personaje, Bottom, es mucho m¨¢s payaso, aqu¨ª resulta m¨¢s rom¨¢ntico, es un hombre decepcionado con su matrimonio que de alguna manera se enamora del hada".

Kasdan

La filmograf¨ªa de Kline est¨¢ estrechamente unida al nombre de un director, Lawrence Kasdan. Han trabajado juntos en cinco pel¨ªculas (entre ellas, Reencuentro, un filme que se ha convertido en un cl¨¢sico por su agrio y tierno retrato de los babybomers) y el actor parece el alter ego en la pantalla del cineasta. La ¨²ltima pel¨ªcula de Kasdan, Mumford, que ahora se estrena en Espa?a, vuelve a ser para el actor un inteligente retrato de la sociedad norteamericana. "Larry no es un c¨ªnico, es un realista. Sus pel¨ªculas reflejan la enfermedad de la sociedad norteamericana como ninguna, pero lo hacen con esperanza, con mucha esperanza. Me identifico con su forma de descrifrar qu¨¦ es Estados Unidos y coincido con ¨¦l en su visi¨®n del pa¨ªs".

Kline vive en Nueva York porque "como ser humano es la ciudad en la que quiero vivir". "Lo que encuentro en Nueva York no lo encuentro en ning¨²n otro lugar. Es por una cuesti¨®n de diversidad cultural y vital. No vivir¨ªa en Los ?ngeles porque la gente s¨®lo habla de las pel¨ªculas, es muy aburrido. Adem¨¢s, en Los ?ngeles no existen las estaciones, hablan de la pel¨ªcula del invierno y el tiempo sigue siendo el mismo. A m¨ª me gusta que las estaciones sean estaciones".