El s¨ªndrome del Golfo se debi¨® a un ant¨ªdoto experimental
Por primera vez, un estudio cient¨ªfico avalado por el Pent¨¢gono concluye que una droga experimental que se administr¨® a los soldados de la guerra contra Irak puede ser la causa del llamado S¨ªndrome de la Guerra del Golfo, un conjunto de enfermedades cr¨®nicas que afecta desde hace ocho a?os a m¨¢s de cien mil veteranos. Durante el conflicto b¨¦lico, el Pent¨¢gono distribuy¨® entre sus tropas bromuro de piridogstigmina (BP) como ant¨ªdoto contra posibles ataques con gas nervioso, pero, hasta ahora, m¨¢s de 130 investigaciones cl¨ªnicas y epidemiol¨®gicas no hab¨ªan logrado establecer un v¨ªnculo entre el agente qu¨ªmico y los s¨ªntomas de fatiga, diarreas, p¨¦rdidas de memoria, depresi¨®n, agresividad, trastornos del sue?os y debilidad muscular.El nuevo estudio, realizado por la Corporaci¨®n Rand y dado a conocer ayer, arroja un rayo de luz a lo que hasta ahora ha sido un misterio que ha provocado el escepticismo tanto de los veteranos como de la sociedad norteamericana en general. La negativa durante a?os del Pent¨¢gono a reconocer que las tropas estuvieron expuestas a gases nerviosos y que le administraron drogas experimentales sin su conocimiento, junto con la desaparici¨®n de archivos, as¨ª como la denuncia de dos ex agentes de la CIA de un presunto encubrimiento de las verdaderas causas del s¨ªndrome (seg¨²n ellos 59 incidentes de armas qu¨ªmicas iraqu¨ªes), han alimentado todo tipo de especulaciones, y han puesto en entredicho la credibilidad del Pent¨¢gono y la CIA. Ambos niegan que existiera una conspiraci¨®n.
Vacuna efectiva
Ayer, el subsecretario de defensa a cargo del S¨ªndrome de Golfo, Bernard Rotsker, declar¨® que a pesar del estudio de Rand, el BP no se va a retirar como vacuna contra el gas som¨¢n, porque es la ¨²nica droga efectiva conocida y el riesgo de no tomarla es mucho mayor. Una de las contradicciones a¨²n sin aclarar es si hubo ataques con gas som¨¢n durante la Guerra del Golfo P¨¦rsico. Washington s¨®lo ha reconocido -hace dos a?os y medio- que la voladura, en 1991, de un dep¨®sito con m¨¢s de 500 cohetes con gas sar¨ªn, en el arsenal iraqu¨ª de Kasimiyah, hab¨ªa alcanzado a sus fuerzas.
Durante la guerra contra Irak, cerca de 300.000 soldados estadounidenses tomaron tres pastillas diarias de BP, aunque s¨®lo un tercio de ellos ha desarrollado enfermedades asociadas al s¨ªndrome. La doctora que realiz¨® el estudio, Alexandra Golomb, lo atribuye a la influencia de otros factores, desde el estr¨¦s hasta la cafe¨ªna y el tabaco.
Rotsker anunci¨® ayer que el Pent¨¢gono destinar¨¢ otros 3000 millones de d¨®lares a seguir investigando la interacci¨®n de BP con otros agentes neurot¨®xicos. Hasta el momento, el Gobierno de EE UU ha invertido m¨¢s de 20.000 millones de pesetas en analizar otras posibles causas, como el humo de los pozos de petr¨®leo incendiados, los insecticidas, el uranio que reviste los armamentos y las toxinas ambientales.
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