"No est¨¢ previsto un asalto masivo terrestre a Grozni"
?gor Ivanov, de 54 a?os, se siente como en su casa en Espa?a, donde fue embajador entre 1991 y 1994. Domina el idioma y conoce personalmente a la mayor¨ªa de los dirigentes pol¨ªticos del pa¨ªs. Una hija suya estudia en la capital espa?ola. El jefe de la diplomacia rusa llega hoy a Madrid de visita oficial con la dif¨ªcil misi¨®n de defender la imagen de su pa¨ªs, afectada por la inestabilidad pol¨ªtica, los esc¨¢ndalos econ¨®micos y ahora por la guerra en Chechenia. En esta entrevista presenta el alegato de la defensa.Pregunta. Las relaciones de Rusia con Espa?a son buenas, pero tal vez poco intensas.
Respuesta. En los ¨²ltimos a?os hemos llegado a un nivel comparable al que Rusia tiene con sus m¨¢s importantes interlocutores en Europa. Qued¨® demostrado con la reciente visita del presidente Aznar a Mosc¨².
P.Lo que m¨¢s se recuerda de ese viaje es el plant¨®n que Yeltsin dio a Aznar.
R.La definici¨®n de plant¨®n no es v¨¢lida. A veces hay que introducir cambios de ¨²ltima hora la agenda.
P.?No es muy peque?o el intercambio econ¨®mico?
R.Por razones objetivas y subjetivas, el volumen comercial ha deca¨ªdo en el ¨²ltimo a?o. Ha influido la crisis econ¨®mica rusa, pero ya se est¨¢ superando. Lo importante es analizar las posibilidades de inversi¨®n a medio plazo. Las empresas que apostaron por Rusia no han salido defraudadas y hoy comprueban que este mercado ofrece grandes ventajas. Y habr¨¢ m¨¢s.
P.Espa?a es uno de los pa¨ªses en los que se lava el dinero negro ruso, un tema en discusi¨®n ahora en Mosc¨² por los ministros del Interior y de Justicia del Grupo de los Ocho. ?Qu¨¦ hace Rusia para combatir este fen¨®meno?
R.Esta reuni¨®n se celebra por iniciativa nuestra. El problema no es de origen ruso, sino que lleg¨® de la mano de las reformas econ¨®micas, con las ventajas y vicios de la econom¨ªa de mercado. Y no est¨¢bamos preparados para combatirlo.
P.?Y ahora?
R.Hay que arbitrar medidas conjuntas a nivel internacional. El crimen organizado no tiene fronteras. El dinero que sale ilegalmente de Rusia se dirige a alguna parte, a bancos extranjeros, y trabaja a favor de alguien. Rusia est¨¢ muy interesada en que ese dinero, que tanto necesitamos, regrese y trabaje por los intereses del pa¨ªs. Que nos ayuden a recuperarlo. As¨ª no tendr¨ªamos que andar pidiendo cr¨¦ditos a organismos internacionales.
P.Rusia tiene una mala imagen que pasa, por ejemplo, por la convicci¨®n de que no se investiga a fondo la corrupci¨®n.
R.Se toman hechos aislados y, a partir de ellos, se forma la imagen del pa¨ªs entero. Vivimos un periodo de transici¨®n muy dif¨ªcil, en el que se forman las leyes de la econom¨ªa de mercado. Lo importante es que el Gobierno est¨¢ decidido a perfeccionar la base legal y aumentar la eficacia de la lucha contra la corrupci¨®n.
P.En la imagen de inestabilidad que ofrece Rusia influye la facilidad con que se cambia a los primeros ministros.
R.En tiempos sovi¨¦ticos nos criticaban porque hab¨ªa pocos cambios, y ahora, porque hay muchos. Primero, lo importante es si se producen de acuerdo con la Constituci¨®n, y ¨¦sta no se ha violado. Segundo, si cambia la l¨ªnea pol¨ªtica y el proceso de reformas, y no ha sido as¨ª. Al contrario, hay continuidad. Tampoco se altera la pol¨ªtica exterior, que sigue siendo constructiva y predecible.
P.?Qu¨¦ piensa cuando lee en alg¨²n peri¨®dico ruso que usted es la bala que [el presidente, Bor¨ªs] Yeltsin guarda en la rec¨¢mara para sucederle en el Kremlin?
R.Eso son especulaciones. Hay que manejar hechos. El presidente ya ha anunciado que apoyar¨¢ la candidatura del primer ministro [Vlad¨ªmir] Putin.
P.?Se puede mantener tras la guerra de Kosovo que la de Chechenia es un conflicto interno?
P.Son problemas totalmente diferentes. Todo el mundo reconoce que hay que combatir el terrorismo en todas sus manifestaciones y que el problema de Chechenia es interno y debe resolverse dentro de los marcos de la soberan¨ªa y la integridad territorial de Rusia.
P.?Habr¨¢ soluci¨®n pol¨ªtica o militar?
R.La soluci¨®n final ser¨¢ pol¨ªtica. Sin embargo, en Chechenia, y creo que los lectores espa?oles lo entender¨¢n muy bien, hay grupos terroristas que s¨®lo piensan en crear un Estado independiente extremista. Y no se les puede permitir utilizar las armas contra sus vecinos, contra la poblaci¨®n rusa.
P.?Est¨¢ el Gobierno dispuesto a negociar?
R.S¨ª, con todas las fuerzas de Chechenia y sobre bases muy simples: respeto a la Constituci¨®n de Rusia, a su soberan¨ªa e integridad territorial; condena del terrorismo; respeto de los derechos y libertades con independencia de nacionalidad y religi¨®n; entrega a la justicia de los criminales que han cometido actos terroristas, y creaci¨®n de condiciones ¨®ptimas para el regreso de los desplazados.
P.?Tiene soluci¨®n a corto plazo el problema de los refugiados?
R.No son refugiados, sino desplazados. Huyen de sus casas hacia otro territorio ruso porque saben que el Gobierno les ayudar¨¢. De no ser as¨ª, buscar¨ªan refugio en el extranjero. Pero han de volver a sus casas, y haremos lo posible para conseguirlo.
P.?Habr¨¢ un asalto masivo a Grozni?
R.El objetivo es crear las condiciones para que los terroristas no puedan actuar fuera de su zona de implantaci¨®n. Ya est¨¢ cumplido desde hace unos d¨ªas, al consolidarse la zona de seguridad en un tercio de Chechenia. No est¨¢ previsto un asalto masivo terrestre a Grozni porque eso causar¨ªa muchas v¨ªctimas en todos los bandos y entre la poblaci¨®n civil. Continuar¨¢n las acciones, sobre todo a¨¦reas y de artiller¨ªa, en las zonas de concentraci¨®n de estos grupos, donde tienen sus bases log¨ªsticas, para crear las condiciones para dialogar con las fuerzas que est¨¢n a favor de la soluci¨®n pol¨ªtica.
P.?Se descarta la batalla para conquistar Grozni?
R.Ser¨ªa arriesgado decir algo definitivo, ya que depende de la evoluci¨®n de los acontecimientos. Nosotros no empezamos las hostilidades. No se emplea la fuerza porque s¨ª, sino porque es el ¨²nico argumento que entiende esta gente. La reacci¨®n de un animal herido es imprevisible, pero actuaremos en consecuencia.
P.?Teme que haya nuevos atentados, por ejemplo, contra centrales nucleares?
R.Se est¨¢n tomando las medidas necesarias para que esas instalaciones est¨¦n totalmente seguras.
P.?Hasta qu¨¦ punto se han restaurado las relaciones con Occidente tras la crisis de Kosovo?
R.La agresi¨®n militar de la OTAN contra Yugoslavia influy¨® negativamente, pero intentamos superar esa fase dif¨ªcil. Hay que pensar en la estabilidad europea y mundial, y eso depende en buena medida de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.
P.Hay tres importantes contenciosos con Washington en el campo del desarme: el rechazo del Senado estadounidense al tratado de prohibici¨®n de pruebas nucleares, el retraso de la ratificaci¨®n por la Duma [Parlamento] del START II de reducci¨®n de arsenales estrat¨¦gicos y la propuesta estadounidense de modificar el tratado ABM antimisiles bal¨ªsticos.
R.Los tres tienen algo en com¨²n: afectan a la estabiliad estrat¨¦gica del mundo. Por eso, Rusia est¨¢ firmemente en contra de que se viole el ABM, que ha evitado, desde 1972, cat¨¢strofes nucleares de gran envergadura.
P.?Es cierto que EEUU ofrece compensaciones para vencer la resistencia rusa a reformar el ABM?
R.No hay tales negociaciones. No puede haberlas. Sin el ABM pierden todo sentido los tratados START I , el START II y el START III, cuyos l¨ªmites de reducci¨®n de armas ya est¨¢n fijados.
P.?Se ratificar¨¢ finalmente el START II?
R.Si no es posible con esta Duma, lo ser¨¢ con la que se elija en diciembre.
P.No ayudar¨¢ precisamente el rechazo del Senado de EEUU a la prohibici¨®n de ensayos at¨®micos.
R.Esa decisi¨®n nos ha decepcionado enormemente. Rusos y norteamericanos elaboramos juntos el tratado. Es una mala se?al para quienes intentan disponer de esas armas de exterminio masivo. Por eso damos gran importancia a las declaraciones del presidente [de EEUU, Bill] Clinton de que seguir¨¢ en vigor la actual moratoria.
P.Rusia tampoco ha ratificado el tratado.
R.S¨ª, pero por motivos internos; eso no significa que el Parlamento votar¨¢ en contra. Es muy diferente rechazarlo.
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