Papon, saga y fuga
HAY ALGO de tragic¨®mico en el hecho de que Maurice Papon, el antiguo dignatario de Vichy condenado a 10 a?os de prisi¨®n en 1998 por haber enviado a m¨¢s de un millar de jud¨ªos a los campos de concentraci¨®n, haya podido evadirse de Francia a los 89 a?os. Y que hayan tenido que ser los suizos quienes le devuelvan a su pa¨ªs en un ejemplo de expulsi¨®n fulminante -que puede no ser ajeno a las significativas elecciones del domingo- tras una orden internacional de busca y captura.Papon desapareci¨® de Par¨ªs hace m¨¢s de una semana, cuando deb¨ªa iniciar el cumplimiento de la pena que le hab¨ªa sido impuesta, y antes de que su apelaci¨®n fuera escuchada por un alto tribunal. Hasta el momento de la huida, el colaborador de los nazis -que siempre ha mantenido su inocencia, pese a haber firmado numerosas ¨®rdenes de deportaci¨®n, y nunca mostr¨® remordimiento por su ejecutoria en Burdeos- ten¨ªa libertad de movimientos. Ni el Ministerio de Justicia ni el de Interior hab¨ªan hecho nada por mantenerle vigilado; incluso manten¨ªa su pasaporte.
Bien est¨¢ lo que bien acaba. Pero m¨¢s all¨¢ de las consideraciones sobre la eficacia en este caso de jueces y polic¨ªas, el rocambolesco asunto invita a reflexionar sobre la manifiesta desgana con que Francia afronta, cada vez que se ve obligada a ello, su papel en un pasado (el del r¨¦gimen colaboracionista) que rechaza recordar. De hecho, de los cuatro franceses perseguidos por cr¨ªmenes contra la humanidad en los l¨®bregos d¨ªas de Vichy, s¨®lo uno ha acabado sus d¨ªas en prisi¨®n. En el caso de Papon tuvieron que transcurrir 17 a?os antes de que -en 1997 y por la tenacidad de los familiares de sus v¨ªctimas- se iniciara por fin el juicio contra el antiguo secretario general de la prefectura de la Gironda, el m¨¢s largo y caro de la reciente historia del pa¨ªs vecino. Pese a ello y a su condena final, Francia, sus responsables, no ha sabido impedir la fuga de un anciano enfermo, reconocido culpable de complicidad en cr¨ªmenes contra la humanidad, el delito m¨¢s grave de su c¨®digo penal.
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